El rol de la Fiscalía

La idea de la justicia aparece etérea para algunos, como algo imposible de ver; para otros es la imagen de una mujer con los ojos vendados.

Como muchos de los aspectos que tienen que ver con las leyes, incluidas las Constituciones, aparece como una especie de intangible, es fundamental para la marcha de las naciones, para su funcionamiento y organización.

De igual manera, la figura del Fiscal suele confundirse en medio del tráfago diario y de la barahúnda de noticias que nos llegan de los medios y, ahora, en la masa de datos y fábulas que se cuecen en las redes sociales.

Vale la pena destacar el rol que está cumpliendo la actual Fiscal General del Estado, que investiga los casos que se denuncian o sobre los que hay indicios, para esclarecer la verdad de los hechos, en aras de buscar la transparencia, y cuyo gran impacto está en evitar la impunidad.

La impunidad es un cáncer tremendo para cualquier sociedad, ya que proporciona a los delincuentes una sensación de seguridad que les impulsa o incita a seguir cometiendo delitos.

Actualmente, la lucha contra la corrupción aparece como un imperativo: identificar a los corruptos, recabar las pruebas necesarias, capturarlos con apoyo de las fuerzas del orden y ponerlos a disposición de la justicia.

Allí es cuando el trabajo de la fiscalía tiende a distorsionarse, ya que los delincuentes, a quienes se les atrapa muchas veces con las manos en la masa, en delitos flagrantes o con pruebas evidentes, muchas veces son liberados y logran evadir la mano de la justicia, lo que deviene en impunidad.

La necesidad de que haya un trabajo coordinado entre la Fiscalía y los jueces, es imperiosa. Alentamos el trabajo de la Fiscal Diana Salazar, le pedimos que siga adelante, que no desmaye en su afán de luchar contra la impunidad y, al mismo tiempo, exigimos a los jueces que cumplan con su deber e inicien la restauración moral del Ecuador.