¿Por qué hablar de transporte?

Juan Pablo Díaz

En 2020, ha quedado claro que hablar de transporte y movilidad no es hablar solo de automóviles y de cooperativas de transporte. Parecería que nos ha tomado por sorpresa la necesidad de planificar y diseñar las ciudades enfocados en las soluciones de movilidad y accesibilidad.

El transporte es uno de los pocos problemas que a medida que mejora la economía de los habitantes de una ciudad, este empeora, pues un mejor ingreso económico global permite que aumente el número de vehículos en la ciudad y esto a su vez, incrementa los problemas de tráfico, contaminación, accidentes y salud. Las soluciones no son solo de tipo técnica, sino también corresponden a medidas de corte económico y social.

La movilidad no es un fin en sí mismo, es decir la personas se mueven porque tienen necesidades que cumplir: trabajo, estudio, recreación, entro otras, y para esto precisan de medios que les permitan acceder a esos lugares, por eso, resolver estos problemas es una cuestión compleja y su solución no se reduce únicamente al trabajo de funcionarios y autoridades de sector, sino más bien a una discusión y una construcción participativa de todos las actores que formamos parte del sistema: usuarios, transportistas, comerciantes, funcionarios, académicos, etc.

Hablar de movilidad es un tema tan importante como la economía, la política y la salud, aunque aparezca obvio mencionarlo, si no hay participación de los usuarios en este debate, el sistema de transporte no podrá ser distinto de lo que tenemos ahora, la decisión de inversión en temas de movilidad no solo corresponde a los políticos y a los gremios de este sector. La movilidad es un derecho y el transporte es un servicio, entonces, ¿será que nos empoderamos de este tema y lo debatimos?.

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