Un poco de historia

El 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (provincia de Hubei, China) informó sobre un grupo de 27 casos de neumonía de etiología desconocida, con una exposición común a un mercado mayorista de marisco, pescado y animales vivos en la ciudad de Wuhan, incluyendo siete casos graves. El inicio de los síntomas del primer caso fue el 8 de diciembre de 2019. El 7 de enero de 2020, las autoridades chinas identificaron como agente causante del brote un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae que posteriormente ha sido denominado SARS-CoV-2, cuya secuencia genética fue compartida por las autoridades chinas el 12 de enero (1).

El día 11 de marzo, la OMS declaró la pandemia mundial. Desde el inicio de la epidemia las fechas de este informe han superado los 10.5 millones de afectados en 196 países, falleciendo ya 514.021 personas. En Ecuador el cuadro es parecido de preocupación: la información oficial nos dice a esta fecha, que 56.432 son los afectados, llegando el número de fallecidos en el país a 4.527, correspondiendo de estos datos últimos a nuestro cantón, 1997 afectados con 118 fallecidos, cifra escalofriante si consideramos la población total comprometida. Por el otro lado, la cifra de recuperados llega ya a los 6 millones en el mundo, a pesar de que la ciencia médica no cuenta aún con un protocolo establecido que garantice una pronta recuperación de la mayoría de afectados, controlándose, y esto según el criterio médico, antivirales como Remdesivir y complementado con plasma de afectados, dexametazona y tociluzimab, principalmente, medicamentos respaldados por la OMS. Pero lo más importante sigue siendo: lavarse las manos frecuentemente, aplicar el distanciamiento social y evitar tocarse nariz, ojos y boca, como actitudes fundamentales.

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