Vivimos un desequilibrio informativo constante. Es fácil calificar a la prensa de corrupta, sin embargo ¿podemos vivir sin periodismo en una pandemia? La respuesta se escribe sola desde un aislamiento domiciliario. Necesitamos información. Pero no cualquier información. No pedimos un periodismo a medias que se excusa en las limitadas posibilidades de ejercerlo. No queremos un periodismo indiferente que prefiere mostrar cifras en lugar de historias. Y, por si no es obvio, no pedimos periodistas que jueguen a favor intereses.
Dagmar Mayari Flores