Las dimensiones de la vida sufren profundas transformaciones que palmo a palmo testimoniamos con el devenir de los días, en medio de voces, exigiendo derechos, dando y recordando valores adornados con amor al semejante, regando la memoria y lucidez con respeto en las diferentes sendas del diario andar.
Escuchamos a cada instante que que no hay circulante, lo constatamos pero…no hay plata y sí hay plata que cobrar, plata que devolver, plata que gastar; no hay dinero pero fiestas hay, reuniones entre pocos hay para comer y tomar refresco, dinero para gastos o adquisiciones para el hogar no hay, pero sí hay para costosos insumos; no hay fondos para pagar sueldos pero dinero hay para llevarse de las arcas del Estado; que no hay plata para atenciones urgentes en medicina pero dinero mal invertido en medicamentos sí hay, caducados en gran cantidad, escondidos y sobrenegociados; no hay plata para cubrir el presupuesto de instituciones, pero sí hay para cubrir nuevos contratos de alcance o sobreprecio de obras no realizadas; que no hay cómo adquirir un vehículo pero sí aparecieron los carros de lujo con plata escondida que empezó a salir o con documentos sofisticados con falsedad.
No hay dinero en el país pero se sigue pensando en obras viales, de vivienda aunque nos podamos quedar sin energía eléctrica y con agua contaminada; que el dinero se escasea pero los asesores abundan para ayudar a inoperar a sus compinches; que no hay fuentes de trabajo y cada vez aumentan los despidos antojadizos porque cayeron mal al político enquistado o administrativo puesto a dedo para tapar lo no cumplido y justificar egreso económico; que no hay dinero pero pronto empezarán las campañas electorales con dineros asignados del pueblo ecuatoriano.
Que no hay que gastar tanto, sin embargo, los politiqueros y partidos políticos abundarán para gozar de lo poco que queda del dinero de los ecuatorianos pues hay que cubrir la campaña política; que no hay dinero y entonces, ¿las barbaridades del desmán económico no es en nuestro país? Lo expresado son realidades que atañen al interés común de los ecuatorianos.
María Luisa Gómez De La Torre Gómez