Sin atención primaria habrá colapso en Ecuador

Forma. El triaje puerta a puerta permite detectar el virus de forma temprana y es más fácil implementarlo en comunidades pequeñas.
Forma. El triaje puerta a puerta permite detectar el virus de forma temprana y es más fácil implementarlo en comunidades pequeñas.

Cantones pequeños registran altas tasas de mortalidad. Las políticas deben orientarse en prevenir los contagios de Covid.

El Covid-19 ha ‘golpeado’ duramente a Quito y Guayaquil, las ciudades con más contagios y muertes en Ecuador. Sin embargo, el infectólogo José Sánchez dice que no se debe perder de vista a cantones con menos habitantes, donde aún se ve “como lejana” la pandemia.

Así lo confirma un estudio realizado por la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) y la consultora Prófitas, basado en datos del Registro Civil y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

El documento detalla, por ejemplo, que Penipe, en la provincia de Chimborazo, registró, durante los primeros 15 días de julio, 115 muertes por cada 100.000 habitantes pese a que la población es de apenas 6.955 habitantes. En las mismas fechas, Quito registró 43 decesos y Guayaquil, 27.

Luego de Penipe, los cantones que superan las tasas de mortalidad de Quito y Guayaquil son Bolívar, 109; Ambato, 59;

Riobamba, 48; Olmedo, 46; Latacunga, 46; Flavio Alfaro, 44; Santo Domingo, 44; y Baños, 44.

Varios cantones superan a Quito y Guayaquil según el numero de muertes en la primera quincena de julio, por cada 100.000 habitantes. (Fuente: Cordes)
Varios cantones superan a Quito y Guayaquil según el numero de muertes en la primera quincena de julio, por cada 100.000 habitantes. (Fuente: Cordes)

Prevenir antes que curar

Una de las falencias dentro del manejo de la crisis en el país, señala Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, es que “se toman medidas una vez que ha iniciado el colapso y no para evitarlo”.

Carrasco hace referencia a la falta de planes de atención primaria, “es decir, que se enfoque en prevenir y no en tener que curar”, de esa manera se evitaría que los hospitales trabajen al 100% de su capacidad.

Es por eso, que Carrasco señala que en Quito se debería implementar cuarentenas sectorizadas y resalta que la capital cambió el color del semáforo (de rojo a amarillo) sin un plan de contingencia.

A penas unos días antes de que Quito se convierta en el epicentro de la pandemia, la Alcaldía anunció la instalación de estaciones médicas en las siete parroquias con más contagios. Medida que, según el médico, se debió tomar al anunciar el cambio de color.

A decir de Sánchez, la capital tuvo tiempo para prepararse y prevenir lo que sucedió en Guayaquil. “La cuarentena permitió que los contagios crezcan atenuadamente, pero no se aprovechó para desarrollar cercos comunitarios de atención primaria, que descongestionaría el sistema de salud”.

Falta de transparencia y rezago

La socióloga Ana Córdova dice que es peligroso que la información se centre únicamente en lo que pasa en ciudades grandes, como Quito, Guayaquil y Cuenca. “Si alguien de Penipe no sabe que su tasa de mortalidad es tan alta, va a pensar que lo del virus es algo lejano. Como se suele decir: lo que no se nombra no existe”.

Por eso, explica que cada comunidad debería conocer estos datos para que los estudios “trasciendan el espacio académico y permitan tomar medidas”.

En estas zonas, añade Carrasco, es posible iniciar las atenciones de salud primaria haciendo jornadas de triaje y controlando los síntomas. “Si el virus no se controla en las comunidades, los contagiados van a ser trasladados a Quito o Guayaquil, donde hay más hospitales (…) y habrá más personas que mueren esperando una cama”.

Otra de las dificultades para tomar medidas previas es la falta de “transparencia sobre cifras de contagios y defunciones”, dice Córdova.

Para ella, como para Carrasco, las cifras entre instituciones oficiales no pueden ser tan distantes. “Si el Registro Civil muestra un incremento de 2.000 a 7.000 muertes inusuales hay que validar y contrastar con lo que diga el Ministerio de Salud, y así darse cuenta de cosas como que hay cantones con altas tasas de mortalidad”.

Antes de la pandemia en Ecuador morían en promedio 210 personas. En abril, algunos días superaron los 1,000 decesos. Según el científico-matemático Juan José Illingworth apegarse a las cifras oficiales, sin contrastar con bases de datos de instituciones relacionadas a la crisis de salud, no permite generar proyecciones certeras.

Illingworth sostiene que cada provincia va a vivir, en medida de su población, un ‘colapso sanitario’ por lo que advierte que es necesario tomar implementar brigadas médicas en cantones, donde la pandemia ya empieza a aumentar. (AVV)

Clasificación

Atención primaria

Nivel primordial: constituido por acciones dirigidas a toda la población, con el objetivo de prevenir la aparición de factores de riesgo para la salud (triaje puerta a puerta). El objetivo es que aquellas personas que tienen algún factor de riesgo puedan prevenir la aparición de enfermedades.

Nivel secundario: en pacientes que tienen una enfermedad establecida, la prevención secundaria pretende evitar la aparición de complicaciones.

Nivel terciario: representa el conjunto de acciones destinadas a disminuir la prevalencia de las incapacidades crónicas y reducir al mínimo la invalidez funcional provocada por la enfermedad establecida.

Cuarto nivel: Recientemente se ha considerado un nivel de prevención, destinado a atenuar o evitar las consecuencias de las intervenciones innecesarias o excesivas del sistema sanitario.

Año electoral sin plan de prevención

Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, detalla que las decisiones apresuradas y el no tomar en cuenta las recomendaciones de expertos han generado el colapso del sistema sanitario.

“Pedimos que Quito se mantenga más tiempo en semáforo rojo y no nos hicieron caso”. A esto se suman otras actividades que, según el médico, no han presentado un plan estructurado de trabajo ante la pandemia. Se trata del Concejo Nacional Electoral (CNE) que anunció que las votaciones para elegir Presidente y otras dignidades se realizará el 7 de febrero de 2021.

Para Carrasco, los consejeros ya deberían crear protocolos para evitar aglomeraciones, tomando en cuenta que, a cada recinto electoral, asisten un promedio de 300 votantes.

El no tener medidas debidamente estudiadas, aumentaría el riesgo de contagios, agregó.