Ciudadanos en la política

María Rosa Zury

A medida que pasa el tiempo, la decepción de los ciudadanos hacia los políticos y la política en general, va en constante crecimiento. Razones sobran para excusarse y justificar este hecho como son los actos de corrupción, ausencia de liderazgo, baja calidad del debate o la incapacidad de decisión y ejecución para resolver problemas de la sociedad. No obstante, ¿la solución está en ser indiferentes ante el sistema político y sus representantes?.

Lo queramos o no, la política es el eje transversal y funcional de nuestra sociedad. Creer que la política no afecta en la vida diaria o en las decisiones particulares, es erróneo. La política económica, el manejo de impuestos, la justicia, la calidad de la educación, el acceso a la información, etc., son el resultado de las medidas que adoptan los tomadores de decisión. Un ejemplo de esta situación es la pandemia, pues desde el 16 de marzo, todos dependemos de las medidas tomadas por las autoridades para enfrentar la crisis sanitaria y económica.

Asumiendo que los resultados de la gestión de la clase política no han sido los mejores ni los más esperados, debemos convertir este hecho en un llamado individual a ser más conscientes de la importancia de la política y sus representantes en nuestra vida diaria. Por lo tanto, el problema no radica solamente en el sistema político, sino en creer que nuestra única responsabilidad es acudir a las urnas a votar cada cuatro años, o lo que es peor, no fiscalizar la actuación de nuestras autoridades por miedo a poner en riesgo intereses personales.

Es momento de pasar del rechazo y la indiferencia hacia la política, a la crítica constructiva; para así, dar paso a propuestas nuevas y a la acción ciudadana. Porque la política tiene que ver con la historia, el presente y el porvenir de todos.

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