Es un compuesto químico dañino para la salud, muy publicitado en algunos lugares en forma oral, dándole ciertos beneficios curativos para algunas enfermedades; es decir una panacea, pues supuestamente puede curar el asma, la malaria, diabetes e incluso todo tipo de cáncer; sin embargo no existe institución alguna sanitaria, que lo haya reconocido como medicamento contra el covid19.
Está probado que el dióxido de cloro es un compuesto que nace de la mezcla del clorito de sodio y un ácido, dando origen a lo que se llama legía, utilizada como blanqueador. Este compuesto que se ofrece en algunos lugares es un preparado casero, del que no se conoce la concentración del cloro, pero sí se conoce que no está considerado como medicina, como también se sabe, que su uso en personas presentaría considerables riesgos, con efectos secundarios graves en la respiración, la función hepática, en alteraciones del ritmo cardiaco y la destrucción de glóbulos rojos.
Sobre sus bondades existen una serie de comentarios, que terminan delatándose como mitos, ya que no se conocen con exactitud la fórmula del experimento casero, no se conoce un estudio científico, que determine las bondades del dióxido de cloro, como medicina, además carece de patente o registro sanitario para uso humano en salud.
El uso del dióxido de cloro como medicina para curar el Covid19, nos obliga a pensar una y mil veces más para tomar la decisión de utilizarlo, pero creo se impone una respuesta lógica, como un ejercicio de conciencia clara, sabiendo que es tóxico y veneno a la vez.
Muchos se refieren al dióxido de cloro como salvador y el mensaje habla de la supuesta curación al fulano, al zutano, al perencejo, o que mejoró a la tía, la abuelita y el compadre. La sensatez se impone frente a las dos caras de una moneda, cuando jugamos a la suerte, como también no es bueno: salir de Guatemala e ir a Guatepeor.
Carlos Concha Jijón