Aprendizaje…

El confinamiento obligatorio, nos ha dejado aprendizajes a todos, especialmente en la parte doméstica; algunos sino todos aprendimos a compartir las tareas diarias del hogar, mínimo aprendimos a lavar sea la ropa o los platos, aseo de los alimentos, rigor en el cuidado de manos, zapatos y ropa. En la mayoría hemos implementado un botiquín, con analgésicos, vitaminas, laxantes, tranquilizantes; guantes, mascarillas, alcohol, en fin.

Los adultos mayores han aprendido a manejar la tecnología, ya escriben en la computadora, abren su correo, mandan mensajes, y manejan a la perfección el Facebook, whatsapp, que es la conexión por internet que les permite hablar sin límites, y sin costo, por supuesto es la vía que nos facilita estar comunicados con familiares y amigos, y hacer visitas virtuales multi personales, a través de la vía Skype, y hablar horas.

La soledad nos enseñó apreciar más a nuestros congéneres, a ser más solidarios; el mundo será diferente, y las personas también, seremos solidarios con las personas que tienen necesidades. Para algunos la práctica de la meditación enseñó a eliminar los rencores, el odio y resentimientos, han reemplazado todos estos sentimientos negativos, por lo único que los puede reemplazar, esto es el amor, sea dicho, el amor al prójimo, el amor al padre y madre, cuya práctica según los iniciados en el yoga, y la meditación, el amor es el único elemento inmaterial, que es capaz de curar cualquier padecimiento del ser humano, ratificado y recomendado por la biblia también.

Algunos, aprovechamos para leer la biblia, aprender los principios cristianos, especialmente los Salmos, nos encontramos que todo esta escrito; si practicáramos las recomendaciones bíblicas, la humanidad sería otra, nos enseña a respetar, a no causar daño a nadie, nos enseña a, saber que existen reglas que se cumplen inexorablemente, el que hace mal, será castigado, cuyas maldiciones pueden llegar hasta generaciones futuras del causante. Ojalá que el aprendizaje perdure, y los malos reviertan su conducta, mejor es ser buena gente, así tendremos una sociedad más justa y solidaria.

Joffre Daza Quiñónez

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