Esta semana se vence la fecha límite para inscripción de candidatos para las próximas elecciones.
Hasta el momento, lo único que podemos afirmar es que la población ha perdido toda confianza en los políticos y esto va a determinar el resultado electoral de 2021, pues ganará quien sepa manejar mejor este descontento.
Más allá de la consistencia y persistencia de Lasso y, las serias posibilidades de victoria que tiene el correísmo, el panorama electoral no logra posicionar, por ahora, a más protagonistas y en río revuelto siempre pueden darse sorpresas.
En su momento se habló del ex vicepresidente Otto Sonnenholzner como posible nombre fuerte para 2021, pero su pecado capital, de haber sido parte del actual gobierno y el estéril trabajo hecho para posicionarlo, no le dan posibilidades de llegar tan lejos y, lo más probable es que no se presente a la contienda.
La eterna figura de Álvaro Noboa es tal vez la más intrigante, pues en las encuestas su nombre suena, Lasso lo sabe, y con una buena campaña electoral podría sorprender a propios y extraños. Noboa puede ser el ‘outsider’ y no deben llamar la atención los rumores de un posible acercamiento con Nebot. Esa alianza modificaría de manera radical el tablero y las estrategias electorales.
Pero además de los nombres y de los candidatos, debemos considerar a los partidos políticos. Las exclusiones de algunos movimientos en las últimas semanas responden a intereses políticos que quizá pretenden inclinar la cancha para que gane el candidato mejor visto para el actual ejecutivo. Triste intento que solo mancha la calidad de democracia que se vive en el país.
Dentro de todos los partidos, el que más debe llamarnos la atención es Alianza País, la mayor fuerza política del Ecuador hace solo 4 años, pero que hoy se encuentra en serias dificultades.
Moreno hace rato se desinteresó del partido y después de haberlo destruido no tiene opciones válidas para poner a sus candidatos, pues si pensaba dejar al movimiento en manos de sus pupilos y poner candidatos y asambleístas, hoy sabe que esto jamás sucederá. Hoy, AP es un objeto no identificado y si analizara volver con Correa seguro no le iría tan mal.