Reserva del fondo de pensiones se agotarían en tres años

AFECTACIÓN. A largo plazo, los jóvenes que están ingresando al mercado laboral no tendrían su jubilación, por los problemas que ahora acarrea el IESS.
AFECTACIÓN. A largo plazo, los jóvenes que están ingresando al mercado laboral no tendrían su jubilación, por los problemas que ahora acarrea el IESS.

Los problemas de desinversión se profundizaron con la pandemia y sus consecuencias. Este año se proyecta gastar $ 1.800 millones de los ahorros.

Si no se cumple con condiciones básicas, como el pago completo del aporte estatal del 40%, las reservas del fondo de pensiones del Instituo Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se agotarían en 2023. En promedio, desde 2016, se han consumido $1.700 millones anuales de ese fondo.

En 2020 la pandemia y sus consecuencias, como la pérdida de más de 300.000 afiliados activos y las crecientes deudas del sector público y privado, provocarán una nueva desinversión de $1.800 millones.

Según información del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess), de ese total, ya se han gastado, $900 millones para cubrir los gastos corrientes del sistema, como el pago de las pensiones para 500.000 jubilados.

Dinero, no bonos

Hugo Villacrés, economista y expresidente del Consejo Directivo del IESS, explicó que, a este ritmo, hasta diciembre 2020, las reservas del fondo de pensiones caerán a menos de $4.000 millones; a pesar de que hace apenas 6 años el monto llegaba a $13.000 millones.

“A corto plazo y mediano plazo se exige que el gobierno pague, de la manera más líquida posible, la deuda por el aporte del 40%. En las actuales circunstancias no es viable que el IESS reciba bonos por esa deuda, porque necesita dinero en efectivo para pagar pensiones cada mes”, dijo.

Además, las autoridades deben realizar gestiones efectivas para cobrar aportes impagos y otras deudas con los empleadores privados; en eso se incluye buscar soluciones para los activos improductivos y que no aportan nada económicamente.

Urgente reforma del sistema

Según el último estudio actuarial, con corte al 31 de diciembre de 2019, incluso con el pago puntual del 40% y con un buen manejo de las inversiones del IESS, las reservas del fondo de pensiones no durarán más allá del 2070. Es decir, sin medidas para darle sostenibilidad económica al sistema, los jóvenes de entre 18 a 20 años, que están ingresando al mercado laboral, no tendrían ninguna perspectiva de recibir un centavo por jubilación.

“Todos los sistemas de pensiones como el nuestro, con un esquema de reparto, necesitan una reforma estructural cada 15 o 20 años. Han pasado cinco gobiernos y no se ha hecho nada al respecto, ni siquiera se ha emitido el reglamento a la Ley aprobada en 2001”, puntualizó Villacrés.

La inviabilidad de la situación actual se puede visualizar con el hecho de que, antes de la pandemia, ya se preveía un déficit de $1.746 millones. Según la Superintendencia de Bancos, la actual crisis aumentaría la brecha hasta $ 2.330 millones.

La economista Andrea González recalcó que a la corrupción y la ineficiencia en el manejo de los recursos del IESS se suma la inacción para tomar medidas que eviten un colapso del sistema, porque, entre otras cosas, la realidad demográfica ha cambiado.

“El próximo gobierno deberá gastar un gran porcentaje de su capital político para hacer una reforma integral. Debemos pedirles cuentas de sus planes al respecto a todos los candidatos”, acotó Villacrés. (JS)

Realidad demográfica del IESS

En 2001 se tenían 11 afiliados activos por cada jubilado

En 2019 bajó la relación, de 7 a 1

Este año cerraría con un 5 a 1