Eddy Arrobo R
En el imperio romano, para evitar que la plebe luche activamente por sus derechos políticos, para asegurar la estabilidad de la sociedad, utilizó estrategias como la entrega gratuita de trigo y entradas para los espectáculos circenses; estrategia que sirvió para apaciguar y distraer su atención de gestiones gubernamentales erróneas y fracasadas. Esto se convirtió en un arma de doble filo ya que poco a poco la plebe comenzó a sentirse depositaria de este derecho; por ello los emperadores tenían que encargarse de tal provisión, de tal forma que en los momentos de escasez y carestía se convirtieron en etapas peligrosas que les hacían tambalearse en su trono.
Esta línea de conducta se asemeja al comportamiento de la actual ineptocracia nacional, que con la utilización de todos los medios tratan de concentrar la atención de la población, para muy soterradamente y con la complicidad de cuatro pelafustanes de turno, en plena pandemia, y sin sentido humanitario, cumplen a raja tabla las disposiciones de pago de deuda, emiten leyes, decretos, que van en contra de los servidores públicos, dan preferencia al servicio de la bayoneta, antes que a maestros, médicos, empleados, trabajadores y jubilados; no hacen nada por rebajar intereses en la banca usurera, no eliminan impuestos para emprendedores, pequeños y medianos empresarios, con el fin de poder recuperarse de esta brutal crisis económica, sanitaria y social.
¡A los romanos se les daba pan y circo, a los ecuatorianos solo nos dan circo! Por eso ya es hora que los partidos políticos den la oportunidad a jóvenes con ideas nuevas, ya que la población exige propuestas innovadoras, concretas y ejecutables, ya no más circo, estamos cansados del show.