Algo para pensar

En la Esmeraldas del ayer el verdor de su selva se proyectaba infinito en la mirada y sus gigantescos guayacanes y mangles centenarios parecían irse hasta el cielo para beber el agua de las nubes, sus compañeros de madera fina como el caoba, el amarillo, el moral, el sándalo y otros, también siguieron obligados el camino de la extinción, por la tala incontrolada, dando origen a la ausencia de lluvias y la pérdida del caudal de ríos, esteros y vertientes.

Es Esmeraldas una tierra fecunda para todo cultivo, teniendo además una extensa área costera con paisajes encantadores que invitan al turismo y además otra potencial riqueza, como la ictiológica que sirve de alimento y negocios por su abundante cantidad de crustáceos como la langosta, el camarón de mar, cangrejos, jaibas, etc.

De un mapa censal de Esmeraldas he podido tener conocimiento que en esta tierra prodigiosa hay carbón de piedra, hierro, petróleo, cristales y piedras preciosas. Así tenemos que existen pozos petroleros sellados en Tonchigüe y Galera, en donde trabajó una compañía llamada IPC. La riqueza aurífera ha sido explotada durante muchísimos años en los cantones Rioverde y San Lorenzo, simplemente con denuncias de minas y de manera artesanal, pero estos últimos años la explotación ha sido más agresiva, con maquinaria pesada y el uso de elementos contaminantes que son veneno, los mismos que son depositados en las aguas de los ríos.

En el mapa censal se determina la existencia de oro en ríos y afluentes, en gran parte de los cantones Rioverde y San Lorenzo, ubicando el lugar con los nombres de las diferentes poblaciones existentes, así tenemos; Playa de Oro, Ricaurte, La Tola, San José de Cayapas, San Miguel, Calderón, Rio Santiago, Ostiones, Gloria, Mata Caballo, Palma Real, etc.

Es de pensar que todavía sea tiempo para salvar lo que queda de esta riqueza, rescatándola para servir a toda la colectividad y de ser posible sembrarla en beneficio de las futuras generaciones de tal manera que tendríamos que hacer un esfuerzo para recuperar la flora y la fauna y al mismo tiempo el potencial mineral de nuestro territorio.

Carlos Concha Jijón