Vacaciones pagadas

Seguramente, Ecuador es uno de los pocos países en el mundo que se da el lujo de pagarle a los políticos, para que hagan sus campañas en los procesos electorales, se establece en el Artículo 110 de nuestra constitución, textual “los partidos y movimientos políticos, se financiarán con los aportes de sus afiliados y simpatizantes”, pero allí la habilidad de los miembros de la Asamblea, aumentaron a renglón seguido… los partidos políticos, recibirán asignaciones del Estado sujeto a control.

Como vemos la norma es muy clara, son los miembros de los partidos políticos, sus simpatizantes, los que deben financiar los gastos de campaña, así ocurre en Estados Unidos, y en la mayoría de países; a ninguna persona con una media de racionalidad e inteligencia, se le puede ocurrir, que un país tan pobre como Ecuador, con deudas en miles de millones de dólares, que supera su producción o PIB , Producto Interno Bruto, se dé el lujo de pagarle las vacaciones, perdón digo las elecciones de los señores candidatos, que en la mayoría de casos, son banqueros, otros industriales, dueños de radios, bananeros, en fin todos son personas que manejan la mayor riqueza de nuestro país; de hecho, no necesitan del mal llamado aporte del Estado, para sus campañas.

En momentos de la crisis nacional y mundial que vivimos por razones sanitarias y políticas, los candidatos deben renunciar a estas asignaciones económicas, y proponer que los 42 millones de dólares presupuestados para las campañas políticas, se las use en temas de salud en prevención de la vida de ciudadanos pobres. Sinvergüenzas y canallas aquellos políticos que aceptan estos dineros que en definitiva son parte de los aportes que hacemos los ecuatorianos, por concepto de impuestos, para mal utilizarlos en campañas mentirosas, que no poartan en nada al desarrollo nacinal.

Es importante saber sobre la iniciativa popular, Art. 103 de la Constitución, que permite proponer la creación de una norma, que anule estas asignaciones económicas a los políticos, con reunir el 25% de firmas ciudadanas; basta ya, de este gasto inutil.

Joffre Daza Quiñónez

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