Exceso de candidatos

En febrero de 2021 se realizará un nuevo proceso electoral en el país, el exceso de candidatos Presidenciables y para la Asamblea Nacional es evidente. Aspirantes a cargos de elección popular aparecen por doquier con o sin aptitudes, conocimiento y liderazgo; su ambición es participar en un proceso electoral que despierta los más oscuros intereses para alcanzar una dignidad en beneficio personal, cubrirse las espaldas o salir del anonimato.

La ciudadanía espera con expectativa que surja una propuesta ideológica coherente, con ideas claras y posibles que puedan devolverle la confianza a un pueblo engañado, ultrajado y asaltado por los nefastos politiqueros que han encontrado la manera más fácil para satisfacer sus necesidades personales y las de sus coidearios, dejando al país destrozado, con muchas inquietudes y una profunda decepción.

La corrupción enquistada en las instituciones del Estado no garantiza las condiciones necesarias para consolidar un proyecto alternativo de país que pueda hacernos olvidar el desastre administrativo de la revolución ciudadana. Los candidatos abundan, pero nadie está en capacidad de ofrecer o liderar una organización suficientemente capaz para desarrollar una acción política eficaz.

No surge un liderazgo que esté a la altura de las circunstancias e intente poner tras las rejas a los políticos-delincuentes y recupere el dinero sustraído; los grandes problemas en la economía nacional y la salud de los habitantes así lo requieren. Los candidatos no han demostrado el conocimiento necesario para ser considerados como líderes, y eso es muy grave; los partidos políticos no han generado propuestas claras que les permita reunir gente honesta y capaz que se niega a participar en política por el desprestigio de estas organizaciones.

No hay una visión de futuro que permita mirar adelante; el presente es el único interés de los políticos de siempre que buscarán llegar al poder para continuar con el reparto y gozar de impunidad. Hace más de un siglo, Abraham Lincoln dijo: “mientras lo que le preocupa a un candidato son las próximas elecciones, a un auténtico líder le preocupan las próximas generaciones”.