La Casación

La ciudanía de pronto se enfrenta a tratar de entender conceptos jurídicos complicados que por coyunturas políticas se tornan definitorios. Saber si la Casación es una acción independiente, una instancia o un recurso crea un sinnúmero de polémicas y los entendidos, unos miran con óptica política y otros, que parecen igual de sabios, solo reflejan los intereses de sus clientes.

La polémica se origina en la mala calidad de legisladores, quienes al redactar las nuevas normas penales y procesales para proteger a sus coidearios, suprimieron delitos, crearon procesos especiales para reducir penas y dar impunidad a los administradores de justicia, que obedecían sus órdenes. Así forjaron la casación como una acción independiente, pero por torpeza o habilidad la llamaron “recurso” y colocaron varias normas que evitan que un delincuente pague sus condenas hasta que se resuelvan los recursos pendientes.

La Casación, sin ánimo de pontificar, no es una tercera instancia ni un recurso, es una acción extraordinaria, diferente y autónoma que, para que proceda, debe cumplir estrictos requisitos y los jueces tienen una acción absolutamente reglada. El contenido de la última providencia resolviendo la admisibilidad en el caso ‘Sobornos’, refleja un detallado estudio. Pese a ser jueces nombrados durante la época oscura, es natural esperar que se imponga el derecho y la cordura. El país deberá hacer lo posible por evitar que las disputas políticas trasciendan al campo judicial, peor aún, caer en facilismos como un CNE pusilánime y sin autoridad, que exige a las Cortes definiciones que lo libere de sus responsabilidades.

Temprano en la vida debí escoger entre la arrogancia honesta y la humildad hipócrita. Escogí la primera.”

Frank Lloyd Wright (1867-1959) Arquitecto y diseñador norteamericano.

De lo que uno no puede hablar, debe permanecer en silencio.”

Ludwig Wittgenstein (1889-1951) Filósofo, matemático y lógico austríaco.