El pago de la deuda pública seguirá siendo insostenible sin crecimiento económico

LEGADO. Antes de la pandemia el país ya estaba sumergido en una crisis económica.
LEGADO. Antes de la pandemia el país ya estaba sumergido en una crisis económica.

Desde 2014, el país no produce ni genera riqueza suficiente para cubrir sus deudas.

La renegociación de la deuda externa en bonos, por más de $17.000 millones, nos permite pagar menos y a más largo plazo (hasta 2040). Eso significa un alivio para el país, pero no soluciona uno de los principales problemas de fondo.

Desde el cuarto trimestre de 2014, la economía comenzó a crecer a niveles mínimos, incluso, menores al aumento de la población; es decir, dejamos de producir lo suficiente para cubrir nuestras obligaciones.

Según Manuel González, economista y miembro del Consejo Asesor Presidencial, la principal condición para que la deuda pública sea sostenible es que los intereses y las amortizaciones puedan pagarse cómodamente con ingresos actuales.

En otras palabras: la situación se descontrola y se vuelve un peso para el Gobierno y la sociedad, cuando la tasa de interés (costo del endeudamiento) es igual o menor que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). “Es allí donde empieza el viacrucis del país en cuanto a la sostenibilidad de su endeudamiento público”, acotó González.

Más problemas a la vuelta de la esquina

Si no se toman medidas desde ahora para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo, la reestructuración de los pagos de un tramo importante de la deuda externa solo representará ‘patear’ los problemas del país para más tarde.

Lorena Romero, investigadora y economista, comentó que llevamos mucho tiempo gastando alrededor de $8.000 millones al año para pagar intereses, amortizaciones y vencimientos de todas las obligaciones internas y externas.

“Tendremos que pagar menos hasta 2030, pero luego el peso será creciente. Si no se realizan cambios profundos en el tamaño del Estado, normativa laboral, sistema tributario, apertura al mundo y lucha contra la corrupción, el país no habrá mejorado su situación ni crecerá a niveles que permitan mejorar las oportunidades y la calidad de vida de los ciudadanos”, acotó.

Reflejo en la sociedad

Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, ha repetido en múltiples ocasiones que Ecuador no es un proyecto viable si no se logra sostener, por al menos 10 años consecutivos, un crecimiento del 6% anual de su economía, aproximadamente.

Solo así se podría ir revirtiendo el deterioro constante del mercado laboral, con más de 1 millón de desempleados y menos del 20% con empleo adecuado.

La premisa básica detrás de eso es que, si los ecuatorianos no tienen una buena vida, con oportunidades de empleo y desarrollo, su Estado tampoco tendrá dinero suficiente para cumplir sus principales funciones (educación, salud y seguridad), y menos para sus obligaciones de deuda.

En este sentido, sin un verdadero cambio de rumbo, luego de una década, el país estará igual o más apretado, y con el mismo problema de que ningún inversionista privado esté dispuesto a financiar su endeudamiento público, a menos que sea a tasas de interés altísimas, debido a que no hay posibilidades de que el gobierno de turno sea capaz de honrar sus pagos. (JS)

Tasa de interés (costo del endeudamiento) vs. PIB

Promedio 2007-2013

Crecimiento económico: 4,5%

Tasa de interés: 3,7%.

Primio 2014-2020:

Crecimiento económico: 0,4%

Tasa de interés: 7,6%