Prófugos

Se escapan en nuestras propias narices y el Gobierno ni se da por enterado. Los hermanos Alvarado, administradores de la propaganda correísta, están gozando del postgobierno de Rafael. Incluso, uno de ellos, “se largó” del país, pese a llevar grillete, mientras otras políticas lucen este dispositivo hasta en las embajadas, en donde sirven bife de chorizo y les dan acogida, pese a los pedidos de aclaración de sus congresos. Fernando Villavicencio había denunciado que hasta los grilletes se compraron con sobreprecio. ¿Será que por eso vinieron “fallucos” y no sirven para nada? Cómo dice mi vecino, ¡qué vaina! ¿Para qué sirvió tanta alaraca si todos están disfrutando de las mieles de la impunidad? Tanto show y los helados se hicieron agua.

Ahora, los prófugos se autodenominan perseguidos políticos como si fuéramos pendejos. Se ufanan de una revolución que quebró el Estado y dejó a millones de jóvenes sin estudio ni trabajo. Un millón de desempleados. ¿Cuántas cosas se hubiera hecho con la plata que se desvió a la corrupción y a la borrachera del poder? Seguramente, la salud pública y la de la seguridad social no estaría en riesgo permanente, tampoco habría un déficit fiscal de 10 mil millones de dólares y obras a medio hacer en tributo a la fiesta de los elefantes blancos. Trece años de vergüenzas consecutivas, de escuchar voces destempladas que repiten viejas estrofas del catecismo ideológico de los años 60, 70 y 80 sin darse cuenta de que el mundo cambio, que las necesidades son otras y que nunca aprovecharon la bonanza del petróleo y las materias primas.

Esas mismas voces se fugaron, se van sin el menor empacho, se ríen a cuesta del pueblo que le eligió y ahora quieren ser candidatos y candidatas para enmantarse de inmunidad en búsqueda de impunidad. ¿Adónde vamos si no hacemos algo? A naturalizar la estupidez de ser gobernados por quienes no merecen nada. Lo que está sucediendo rebasa la indignación, nos compromete a elegir cada dignidad solo después de escrutar sus vidas, la de sus asesores y leer sus propuestas, caso contrario, viviremos en el mundo de los prófugos y de funcionarios que no se dan nada por enterados.