Posgrado

Mayo del 2019, recibí la noticia de ser seleccionada para una beca de estudio virtual de posgrado en FLACSO. En un momento de cambios y retos, no podía mas que agradecer y empezar una nueva rutina llena de documentos que leer, caminos que recorrer y cumplir con todos los roles que abrazo.

Los días se tornaron jornada completa y un poquito más, a veces al dormir a mis hijos me quedaba dormida primero yo, otros días ellos se dormían en un sofá esperando por la mamá. Se volvía una tarea titánica el cumplir con responsabilidad en el trabajo, de madre, mi columna de opinión, descarté las actividades sociales, y así estaba enrumbada con la meta de aprender y sobre todo enseñar a mis hijos que la vida tiene sus sacrificios, aunque ya dudaba la recompensa porque en medio de trasnochadas de sábado y domingo llegó la pandemia.

Marzo de ¡Nos vamos a morir!, no niego que por un mes me contagié de la tendencia, y ahí en esa crítica etapa tenía que continuar el proceso de tesina, mientras pasábamos la cuarentena con teletrabajo, muchas veces me preguntaba si estaba pasando mis últimos días frente a la computadora; Sin embargo, seguí.

Entonces, pasó el tiempo y más de una vez realmente pensé renunciar para aliviarme la carga emocional y mental que tenía, compartía la angustia con los compañeros de estudio que, aunque estaba en otros países de Latinoamérica el factor común era el desconcierto. Seguimos.

Finalmente, el proceso está terminado, me quedan varias lecciones, entre estas, que pase lo que pase el sistema continúa; la capacidad de resiliencia humana es superior al miedo donde nuestra mente y pareja nos limita o nos empuja, existe recompensa y siempre nos esperan nuevos retos.

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