RETOMANDO

Ni de lejos compararme con Fray Luis de León, gloria de las letras hispanas, que al retomar su cátedra en la Universidad de Salamanca, tras diez largos años de reclusión en los sótanos – calabozos de la Santa (imagínese, Santa) Inquisición, comenzó diciendo: “Como decíamos ayer, …”.

Llegó el virus y me dejó mudo, ya estaba tuerto e impedido de caminar, pero la mudez fue lo peor porque no dejé de pensar, de analizar, de criticar y me quedé confinado pero refunfuñando y en confinamiento y distanciamiento más social que físico, tal como perversamente (o ignorantemente, note la palabra) pidió el gobierno, y el resto como buenos simios lo repitió.

Y lo peor es que ya no se conversa, nada de ideas propias, todo es repetición mecánica de los infundios más excéntricos, de los gritos más furiosos, de las teorías más estrafalarias de los trolls y máquinas de propagación y engaño, hasta unos obispos y otros pastores se sintieron iluminados aconsejando remedios abandonados desde la Edad Media, no se olvide de Trump y Bolsonaro entre otros. Desconfiemos de los porcentajes – hay algo que se quiere ocultar o disimular: el uno por ciento en el Ecuador no es lo mismo que en China, recuerde por cada ecuatorianito que entra en la escuela, ese mismo uno por ciento son cerca de cien chinitos que lo hacen.

Carlos Trujillo Sierra

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