Ruta libertaria

El narco-comunismo impuso perfil de memim (miserable, egoísta, mediocre, inepto, mentiroso), para ser candidato. Los hijos de la delincuencia en el poder, serán candidatos por tendencias narco-comunistas, sin otro mérito. Hay que preguntarles: además de ver a sus padres delinquir ¿Qué han hecho por su ciudad, país? Dependiendo la dignidad a la que se candidaticen. Es inadmisible que nos obliguen a escoger entre delincuentes, prófugos, terroristas, prontuariados. Este tipo de candidatos, vulneran la integridad psíquica y moral colectiva. «A nadie le importa si naciste honrado. Es lo mismo el que labora, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura; o está fuera de la ley» Discépolo. En la situación del país, contaminado de narco-comunismo, subvencionar elecciones, es subsidiar el crimen organizado. La batalla es contra la más monstruosa maquinaria de corrupción, injusticia e impunidad que ensucia las páginas de nuestra historia, desde la década infame. ¿Qué debemos hacer? Exigir suspensión de las elecciones por los escándalos en las instituciones públicas e irregularidades en el CNE. Conminar a los jueces de Casación, que rechacen el recurso interpuesto por el innombrable. Requerir de los candidatos de la tendencia democrática, su compromiso de convocar a Consulta Popular, para desarmar la estructura del Estado narco-comunista, de acuerdo a las preguntas que ya están admitidas por la Corte Constitucional, mediante Dictamen 7-19-RC/19. Los narco-comunistas han utilizado con éxito, una institución surgida de la revolución francesa, la constituyente, convirtiéndola en fuente preconcebida del poder «revolucionario», mediante la cual, instauran una Constitución totalitaria, propicia para el fraude electoral, con el que afianzan el abuso de los bienes nacionales, corrupción, injusticia e impunidad. Corresponde a libertarios, demócratas, contraponer a la delegación de nuestros derechos, el ejercicio directo de la participación ciudadana, a través de la Consulta Popular, como herramienta para la práctica de la democracia.

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