Cuando las redes sociales se convirtieron en un instrumento de la farándula política saltaron a la escena los candidatos y candidatas TikTok, aquellos que desde ese mensaje hueco, circense y sensacionalista quieren captar nuestros votos. Las redes, al igual que el papel, chupan todo. Y en las redes, al igual que en las boticas, se encuentra de todo. Desde dinosaurios, recetas para el coronavirus hasta cadenas milagrosas para diversos motivos y personas. Esta situación no es exclusiva del Ecuador, pero se agudiza en nuestro país en las campañas electorales. Sin duda, no se puede reducir la política a micro vídeos que licuan la importancia de la función pública en los distintos niveles y grados de responsabilidad.
Esta situación es también una consecuencia de la inexistencia de partidos políticos, porque como bien dice su palabra, están ‘partidos’. Desde inicios de este siglo, al interno de las organizaciones no se escuchan discusiones acerca de la realidad y el mundo, no hay procesos de renovación de liderazgo pues están los mismos y los mismos, tampoco hay escuelas de formación y capacitación para el ejercicio del gobierno, los mecanismos de financiamiento son porosos y se desconoce la implementación de una auténtica democracia interna.
Las consecuencias de no contar con partidos son las siguientes: el liderazgo se desfiguró en la idea de tener gerentes propietarios. La segunda es la exacerbada personificación de los caudillos. La tercera, como resultado de la anterior, no hay procesos de democracia interna, porque los jerarcas deciden quiénes son los candidatos, en medio de las intrigas y el corrillo. Cuarto, los partidos convirtieron la capacitación en conversatorios de cualquier cosa, donde la preparación de un cóctel es igual a una política pública. Quinto, se creyeron que el marketing, el branding y la cosmetología son sinónimos de votos. Pues no, la política es otra cosa.
En tiempos de desafección por la política, sin embargo, se presenta una nueva oportunidad para que nazca un verdadero sistema de partidos con gente con ideas nuevas, liderazgos diferentes y que sintonice con la ciudadanía.