Nos preguntamos qué pasa en la asamblea cuando se conoce la existencia de problemas internos en su funcionamiento e ineficacia institucional, sin embargo vemos que van al abordaje como una persecución implacable, contra la Ministra de Gobierno, que parecería un cuento de nunca acabar, pues resulta sorprendente cuando se sabe, que las respuestas dadas por María Paula Romo a los requerimientos de los asambleístas han sido contundentes para quienes no encontraron la más remota existencia de violaciones a las leyes, en cada una de las treinta y seis concurrencias al seno de la Asamblea quedándose con los “churos hechos”, aquellos que pretendieron lucirse, como interpelantes.
Sin duda que la Ministra fue elocuente y transparente, apegada certeramente a las leyes, que demanda el ejercicio de sus delicadas funciones, frente a supuestos, que pretendieron endilgarle. Es de entender, que las respuestas de la Ministra, fueron contundentes, pues no dejaron espacio para un juicio político.
Conocemos el desempeño de la Ministra porque su accionar ha sido público con capacidad y extrema responsabilidad. Se ha pretendido infamemente atribuirle a la Ministra supuestas acciones en el uso de bombas lacrimógenas caducadas en las manifestaciones del 2019 en el mes de Octubre, como también irresponsablemente involucrarla en el reparto de los Hospitales. Sin embargo la Ministra, como dueña de su verdad ha contestado de manera clara, los cuestionamientos y expresar estar dispuesta a responder el llamado de la Asamblea cuantas veces sea convocada, como lo ha hecho treinta y seis veces. Estos hechos determinan que ha sido plenamente investigada quedando las denuncias como puros supuestos, razón que determina que la Asamblea no debe perder el tiempo dilatando su trabajo y sabiendo que tiene mala calificación en la conciencia del pueblo, que reclama mayor y mejor ejercicio del poder institucional que tiene la Asamblea.
Carlos Cesar Concha Jijón