Correa: fobia y títeres

No va Correa como binomio de Arauz, pero ¿por qué el prófugo escogió a Arauz, si en la robolución tenía figuras de más protagonismo? Será que Correa no quiere arriesgarse a lo ocurrido con Lenin M. La señora Aguiñaga ya se frotaba las manos; la autoexiliada en México, pionera en la revuelta octubrina, seguro se veía también como elegida, además hay otros robolucionarios que habían dado muestras de incondicional sumisión hacia Correa y en el clímax de su fanatismo decían: “si no va Correa, votaremos por quien él diga”. O será talvez que alguien más visible de la robolución iba a ser revolcado en la campaña, al destaparles su pasado de corrupción.

Pero Arauz además de sus pobres atributos electorales, arrastra temas pendientes que podrían reventarle en campaña: fue ministro del correato, en la Sercop creó la figura del «Giro específico del negocio» con la cual se facilitaron los atracos robolucionarios. Correa mueve fichas, como ajedrecista desocupado, la partida no empieza, pero lo importante para él es estar vigente, dar la impresión de ser el dueño de las piezas.

Pero hay descontento en el rebaño: C. Murillo alertaba en redes sociales que se hubiera escogido a R. Cuero como candidato a asambleísta, quien salió de la gobernación del Guayas por enriquecimiento injustificado, las molestias también fueron por Ma.Sol Corral, a quien Correa invitó a participar y luego tuvo que retirarla, otro objeto de críticas fue B. Armijos, y no faltó quien se quejara del ex alcalde de Esmeraldas, candidatizado a pesar de las múltiples denuncias durante su gestión.“ Tristeza en Manabí, apenas 3 candidatos de nuestra gente ” decía V. Orellana, su mensaje tuvo mucho eco, disgustados por no incluir a la correísta Calderón, inaceptable en esa provincia, donde el rebaño aún es fuerte. Las quejas se resumen en que Correa formó sus listas sin consultar a nadie.

Según encuestas, de cada 10 ecuatorianos 9 desconfían de los políticos, el peligro es que ese uno faltante sea el sector que movido por un fanatismo irracional sea manipulado por Correa; quien por otro lado sabía que no podría inscribirse, pues este acto es indelegable y personalísimo, pero le interesaba el show para victimizarse, por eso ya tenía su emergente, C. Rabascal, que al interior del rebaño tiene resistencia de la clientela de Aguiñaga. Vale recordar que Correa en 2012 le repetía a Abdalá, que prófugos y delincuentes deben estar presos, no como candidatos. Ahora le tocó medirse con la misma vara.

Shakespeare Abarca

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