‘Una mala Asamblea empantanará más al país’

DECISIONES. Las leyes que conducen las riendas del  país se tramitan en la Asamblea Nacional.
DECISIONES. Las leyes que conducen las riendas del país se tramitan en la Asamblea Nacional.

La solución para salir del bache institucional está en los ciudadanos. Meditar el voto es fundamental.

El 7 de febrero de 2021, el país acudirá a las urnas para escoger a los nuevos asambleístas que fiscalizarán y legislarán los siguientes cuatro años.

La designación de los representantes del pueblo, ante el primer poder del Estado, requiere de un análisis político, económico y social de los votantes.

Entregarle funciones tan delicadas, como las que merece el parlamento a personas que no han hecho actividad de servicio público ni a nivel de su barrio, podría terminar de lapidar a la nación. Ese es el criterio de Gabriela Alvear, cofundadora de la organización ciudadana Diálogo Diverso.

No hay exigencia para decidir

Alvear cuestionó a los movimientos y partidos políticos por no entregarle a la ciudadanía ofertas calificadas para el ejercicio de funciones públicas.

Pero también, habló de una corresponsabilidad de la gente al momento de tomar un esfero y decidir. Aclaró que en los procesos electorales no solamente se depositan papeletas en las urnas, sino también la confianza a un tercero a través del voto.

Esta visión es compartida por el analista político Jorge Ortiz, quien cree que de nada sirven las quejas que se escuchan en las mesas de los hogares a la hora del almuerzo, en el transporte público o en las oficinas, sobre la calidad de los candidatos, si es el mismo electorado el que antepone la atractiva sonrisa o el carisma de un deportista sobre las ideas y el debate serio. “No somos exigentes a la hora de escogerlos”, comentó.

Alvear, añadió que ser selectivos no atenta al derecho a la participación política, establecida en la Constitución. Lo que sí convoca al análisis, dijo, es una preparación y formación del candidato para el ejercicio de una función pública en legislatura.

“La Función Legislativa es tan delicada e importante. Es un espacio para servir, fiscalizar y legislar”, puntualizó.

Coordinación de esfuerzos

Una Asamblea Nacional sin nivel de debate, con una agenda marcada desde la confrontación política, poco puede aportar a que el país encuentre las luces para salir de la crisis de gobernabilidad.

Según Ortiz, los votantes deberán tomar en cuenta, a la hora de elegir asambleístas, que el próximo Gobierno tendrá que plantear modificaciones profundas en leyes tributarias, laborales, de educación; reformas que caerán en manos del próximo parlamento.

“Hoy sí, después de muchos años, tendremos que preocuparnos en escoger personas preparadas que planteen soluciones y no reyes de la tarima”, dijo.

Al respecto, Alvear agrega que en la Asamblea se definen aspectos del quehacer cotidiano, pero la ciudadanía mira lo que ahí ocurre como algo muy lejano a su cotidianidad.

Por ejemplo, agregó, los asambleístas no pueden dar trabajo directo, pero sus decisiones sí mejoran las condiciones legales para que los ciudadanos ejerzan su derecho a tener un empleo digno.

Ella instó a las generaciones de nuevos votantes a no caer en la trampa del populismo. (FLC)

Tenemos a presuntos delincuentes y otros comprobados que están fiscalizando y legislando por usted, por mí, por los niños que nacen”. Gabriela Alvear, cofundadora de la organización ciudadana Diálogo Diverso.