Sabemos de los nuevos candidatos, tanto nacionales como regionales, que son los mismos, representan a los dueños de los partidos, los mismos que fueron asambleístas, alcaldes, o concejales en funciones; que a sabiendas de la ceguera de los electores, que no les interesa la situación del país y peor de su provincia, aprovechan para utilizar el caudal de votos del partido que tiene una figura nacional, para insertar en la papeleta electoral a personajes jóvenes y viejos en la política, que no han producido nada para su cantón y provincia, atreviéndose a presentarse a defraudar una vez mas a nuestro pueblo. El país cae en picada, la provincia de Esmeraldas igualmente, sin ninguna posibilidad de creación de empleo, ni creación de microemprendimientos, sigue con altas tasas de desempleo, con hambre en los núcleos familiares, especialmente de la gran mayoría de familias, ciudadanos que deambulan por la ciudad a la espera de un milagro para solucionar los graves problemas de alimentación, salud, y vivienda para sus familias.
Qué esperamos, no hay ningún candidato presidencial que presente, y represente las soluciones a las grandes necesidades, de corregir lo negativo de la economía, de los organismos de control, de las funciones legislativa y judicial; talvez estamos equivocados al pensar que viene un mago a solucionar nuestros problemas políticos, es imposible, en economía no hay trucos de magia; es sencillo, lo que hay que cambiar es el ejercicio, de esas prácticas de robo y trampa, hay que cambiarlo, por una nueva estrategia de dignidad, de ética, de servicio, dejando los intereses personales; para ello debe ejercer el poder un grupo de ciudadanos impolutos, que deseen servir a su país, con honradez con pulcritud, que permita realizar los cambios urgentes, que en un proceso de cuatro años se puedan ver los resultados anhelados, que los frutos sean diferentes a los que vemos actualmente. Pongamos interés en los temas políticos, si nos equivocamos en el pasado, no repitamos la función, cambiemos el ejercicio, cambiando a los candidatos que tuvieron su oportunidad y que han fracasado. A buscar con lupa nuestros representantes; y no perder el optimismo.
Joffre Daza Quiñónez