No es propiedad exclusiva de las redes sociales dar falsas noticias no contrastadas, lanzar calumnias, distorsionar la verdad, en fin, llenar de opiniones unas veces injuriosas otras de disparates, en medio de un aparente anonimato. Mark Twain recibió un escrito que decía ‘Imbécil’, y comentó: “Este es el primer anónimo que llega firmado”.
El ilustre maestro, doctor Rafael García Velasco, profesor de Derecho Territorial, cuando en un examen oral de su materia el alumno titubeaba ante una pregunta y decía el esquivo “por ejemplo”, el maestro le cortaba y le decía: Está diciendo una vaga comparación, precise lugares y fechas, señor. El señor recibía un cero, redondo como una plaza de toros, como lo calificaba un maestro jesuita, taurino y español.
El comentario es pertinente, pues un distinguido columnista, el jueves 24 de septiembre, afirma que el pacto CREO-PSC es similar al Pacto Ribbentrop-Molotov, celebrado en 1939, entre dos enemigos mortales: el nazismo de Hitler y el comunismo de Stalin, acordado por diez años y que duró un año, pero escandalizó al mundo. El Pacto consistía en un Tratado de no Agresión, además económico, para dividir Polonia entre las dos potencias, antesala de la II Guerra Mundial. Fue maniobra de Hitler para ganar tiempo y fortalecerse militarmente, pues Alemania atacó traidoramente el 22 de junio de 1940 precisamente a la URRS. El ejemplo y comparación son muy alejados de la realidad histórica, tal vez un abuso a nuestra ignorancia, o la furtiva repulsa a una unión política de importancia local, ni por asomo mundial. Manera de hacer política poco decente.
Asimismo, emprende contra las izquierdas y las califica de partisanas que solo servirán para cantar “El pueblo unido no será vencido”. Los partisanos fueron la resistencia civil violenta contra la Autoridad o un ejército invasor (II Guerra Mundial en Italia). En resumen: una resistencia clandestina contra el nazismo y fascismo. Un mal símil. El falso “por ejemplo” es nuevamente furtivo e inútil. Mejor es decir lo que se cree y se quiere de frente sin una engañosa erudición.