El Consejo Nacional Electoral, socapado por el Tribunal Contencioso Electoral, actúa por conveniencia y en absoluto irrespeto a las normas vigentes. Los funcionarios del poder Electoral deben cumplir con la Constitución, el Código de la Democracia y sus reglamentos.
De forma descarada y cínica, el binomio presidencial auspiciado por Rafael Correa se burló de la ley, la democracia y de todo votante al inscribir una candidatura viciada.
Su proceso de ‘democracia interna’ no cumplió con las reglas que inventó el correísmo para disfrazar de proceso democrático lo que en realidad son trabas burocráticas que permitirían habilitar partidos y candidaturas a su conveniencia. Aquellas no contemplan ‘primarias’ con dos posibilidades para ocupar la vicepresidencia, como convenientemente planteó el movimiento del “cohechor”, tal cual califica al expresidente, el constitucionalista Rafael Oyarte.
Tampoco se cumplió con la aceptación “personal e indelegable” de la candidatura del aspirante sentenciado, lo que más tarde justificó, y de forma retroactiva, el Contencioso Electoral. Y, en declarado desafío a los artículos 13 y 18 Reglamento de Inscripción de Candidaturas, se presenta de candidato a la máxima dignidad de la nación, una persona con la cédula de otra.
¿Qué se puede esperar de un proceso electoral que será conducido y monitoreado por un CNE que justifica e ignora estas violaciones? El cumplimiento de la Ley es obligatorio para todos, y así lo establece la Constitución. ¿Acaso no hay autoridad que haga respetar una ley tan elemental?
¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.”
Alberto Einstein (1879-1955) Físico alemán, formuló la teoría de la relatividad.
El perdón es la única manera de revertir el flujo irrevertible de la historia.”
Hannah Arendt (1906-1975) Filósofa y teórica política alemana.