FBI desarma plan para secuestrar a gobernadora

Funcionaria. La gobernadora Whitmer ha sido el objeto de críticas por parte de grupos conservadores y milicias de ultraderecha, por imponer estrictas medidas de contención de la pandemia.
Funcionaria. La gobernadora Whitmer ha sido el objeto de críticas por parte de grupos conservadores y milicias de ultraderecha, por imponer estrictas medidas de contención de la pandemia.

Redacción NUEVA YORK

Más de una docena de personas vinculadas a una milicia de extrema derecha fueron detenidas y acusadas de planear el secuestro y posible asesinato de la gobernadora de Michigan (EEUU), la demócrata Gretchen Whitmer, informaron ayer las autoridades federales.

Un tribunal federal de Michigan acusó a seis personas, formalmente, de conspirar para cometer el secuestro de la gobernadora y de otros funcionarios, con lo que se enfrentan a una condena de cadena perpetua.

Implicados

Paralelamente, el estado de Michigan imputó delitos relacionados con terrorismo a otro grupo de siete miembros de la milicia «Wolverine Watchman», una organización con ideas ultraderechistas que fue infiltrada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

Los miembros de la milicia habían adquirido armas, realizado vigilancias a la gobernadora en su domicilio y se habían entrenado para secuestrarla o asesinarla junto a otros miembros del gobierno estatal de Michigan antes de las elecciones del 03 de noviembre.

Según dijo en rueda de prensa la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, los acusados pertenecían tenían la intención de instigar una guerra civil en el país y se enfrentan a cargos relacionados con terrorismo y conspiración para cometer un secuestro.

El plan de los miembros de la milicia, que había sido infiltrada por informantes del FBI, era juzgarla por «traición» en un escondite en un lugar remoto de Wisconsin y no descartaban acabar con su vida.

Critican a Trump

Whitmer criticó, sin nombrarlo, al presidente estadounidense, Donald Trump, por no haber rechazado de manera categórica la violencia de los grupos de ultraderecha durante los disturbios raciales que han sacudido todo el país y en los que algunas milicias han intervenido violentamente contra los manifestantes.

En julio, los imputados planearon secuestrar o matar a la gobernadora en su casa de vacaciones en la isla de Mackinac, en Michigan.»Cuando nuestros líderes se reúnen, envalentonan o fraternizan con terroristas domésticos, legitiman sus acciones y son cómplices», aseguró la gobernadora en una declaración.

Más explícita fue la congresista demócrata Rashida Tlaib, de raíces palestinas, que recordó un tuit publicado por Trump el 17 de abril pasado, que rezaba: «¡Liberen a Michigan!», supuestamente dirigido a militantes de extrema derecha que se oponían a las medidas de confinamiento y distanciamiento decididas por la gobernadora para contener el virus, y que habían ocasionado el cierre de la economía.