En 2019, por primera vez desde que el país se dolarizó, se frenó la tendencia al alza en el gasto público de sueldos y salarios. Según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), el año pasado ese gasto no solo no subió, sino que se redujo en $133 millones, si se toma en cuenta a todo el sector público no financiero (gobierno central, universidades, empresas públicas, gobiernos locales).
Hasta 2020, la proyección es que se concrete un recorte adicional de 752 millones de dólares. Con eso, se lograría una reducción total de 885 millones durante los últimos dos años. Sin embargo, ese valor representa el 8,57% del gasto total en burocracia, que en 2018 sumaba 10.323 millones y cerraría este año en 9.438 millones de dólares.
Si se coteja los registros de afiliaciones a la Seguridad Social, el año pasado alrededor de 21.252 funcionarios habrían salido del sector público. Entre enero y septiembre de 2020, se habrían sumado 12.660 más.
Además de los despidos, una de las estrategias que se puso en marcha este año es la reducción de las horas de trabajo y, por consiguiente, del monto de las remuneraciones mensuales de los empleados del gobierno central. Esa medida se extenderá hasta el final del actual mandato, es decir hasta mayo 2021. (JS)
Opiniones sobre la austeridad gubernamental
Para 2021, tanto el actual como el próximo Gobierno Nacional tendrían que cumplir con un ajuste adicional de 500 millones de dólares más en sueldos públicos. En 2022, la reducción sería de 300 millones.
Santiago García, economista y docente de la Universidad Central, comentó que la reducción del gasto público es una tarea ineludible, pero debe desideologizarse. En otras palabras, no se puede pretender volver al tamaño del Estado que teníamos entre 2003 y 2006, debido a que el Ecuador cambió y tiene otras necesidades.
615.822 funcionarios eran parte del sector público hasta el 30 de septiembre 2020.María Amparo Albán, catedrática universitaria, concordó con la necesidad de racionalizar el gasto público, pero agregó que no debe ser un recorte con machete, sino con bisturí, donde el Estado se vuelva más eficiente, pero no se afecten sectores importantes como lo ocurrido con el reciente despido de 398 funcionarios del Ministerio del Ambiente y Agua.