Oligarquías

Hace 41 años, Jaime Roldós Aguilera, refiriéndose a León Febres Cordero, líder de las derechas radicales del denominado Partido Social Cristiano, dijo que era un insolente recadero de la oligarquía. Ese recadero fue presidente de la República, nombró al cachorro Jaime Nebot Saadi, gobernador del Guayas y allá actuó en la represión contra los AVC capturados. De su tutor heredó la alcaldía de Guayaquil que ejerció casi por 19 años, con poderes omnímodos. Se cree el predestinado y, casi por milagro, dejó la alcaldía del Puerto Principal, a su heredera Cynthia Viteri, que se cree obligada a invitarlo a cada acto significativo de la municipalidad, entonces toma la palabra y grita el mandato de sus oligarcas.

En la actualidad unció al Partido Social Cristiano con CREO del banquero Lasso para que las derechas oligárquicas y financieras, gobiernen al país desde 2021. Su sueño dorado: dominar al Ecuador y entregarlo mansamente al FMI, al imperio estadounidense y a las derechas más reaccionarias del Continente. Como Trump o Bolsonaro, odia a las izquierdas.

Nebot, en su incondicional atadura a las oligarquías guayaquileñas pregona el famoso slogan ‘Guayaquil independiente’, razón por la que quiere imponer el ‘federalismo, para que nadie se meta con el progreso infinito de las oligarquías. Piensa que hay que “matar” al centralismo, tanto como dijo que los indios vayan a los páramos y no se metan en Guayaquil. Total desafuero de su cerebro y larga lengua.

En política seria y honesta es indispensable usar la cabeza más que la lengua, pero el líder socialcristiano, que se cree el amo de Guayaquil considera que sus insulsas bravatas pueden ser Ley. ¿En dónde quedó: ‘Guayaquil por la Patria’? Bien se sabe que la patria de las oligarquías es el dólar.