Prefiere creerlas muertas a seguir esperando su regreso

Dolor. Una de las chicas dejó dos hijos menores de edad con su madre.
Dolor. Una de las chicas dejó dos hijos menores de edad con su madre.
Desaparecidas. El 29 de abril salieron a cambiar un celular.
Desaparecidas. El 29 de abril salieron a cambiar un celular.

Una madre de familia asegura que perdió las esperanzas de que sus hijas estén vivas. Esto luego de que dos osamentas aparecieran enterradas en una finca.

Redacción EL EMPALME

El pasado sábado, la tranquilidad y calma en el sector Atilio Vélez Aray, jurisdicción del cantón El Empalme, se vio alterada luego de que algunos jornaleros encontraran en el interior de una propiedad varias osamentas enterradas.

Inicialmente nadie sabía de que se trataba pero al seguir excavando su sorpresa fue mayor. Encontraron dos esqueletos, aparentemente humanos.

Esa noticia desvaneció a Clemencia María Vera quien hace seis meses denunció en esa zona la desaparición de sus hijas Anahís y Gabriela Vera Bravo. En medio de su angustia la llamada un agente policial de la Dirección Nacional de Delitos contra Vida y muertes Violentas, la sorprendió. Lo primero que le preguntó fue: ¿qué color de ropa tenían sus hijas el 29 de abril?, fecha en la que salieron de su casa. Aunque le pareció extraño, le respondió, recibiendo como respuesta: “las encontramos”. Su corazón parecía salírsele de la emoción pero antes de cerrar la llamada, el hombre terminó diciéndole: “están muertas”.

Un balde de agua fría cayó sobre la mujer quien se desplomó ante la mirada atónita del resto de sus familiares. Al reponerse les contó lo ocurrido y finalmente soltó el llanto.

Dolor y consuelo

Desesperada ante la cruel noticia, ya que hasta ese día tenía las esperanzas de que las iba a encontrar con vida, viajó desde Santo Domingo de los Tsáchilas hasta El Empalme. Durante el viaje pedía al cielo que se trate de una confusión pero al llegar a su destino su sorpresa su peor.

En poder de la Policía ya estaban varios huesos, un par de zapatillas, ropa interior, aretes y cadenas, aquellos objetos fueron reconocidos de inmediato pues les pertenecían a sus hijas.

Con un respiro profundo decidió aceptar que ambas están muertas, pues durante 6 meses, que llevaba sin saber algo de ellas, el sueño se le había quitado y el desconsuelo la estaba matando en vida.

Tomando valor fue hasta la finca donde se hizo el hallazgo y con sus propias manos excavó hasta encontrar varios huesos que se les habían quedado botados a la Policía.

En los bajos de su propiedad levantaron un capilla ardiente, y en dos cofres pequeños fueron colocados los huesos, las zapatillas y el resto de pertenencias para iniciar su velación. Frente a ellos estaba una gigantografía donde las hermanas lucen felices y coquetas. Ahora ese será el único recuerdo que conservará su madre hasta que le entreguen los resultados oficiales del proceso forense de ADN. (MZA)

Solo espero que se haga justicia por el caso de mis hijas”

Clemencia María Vera

Madre de presuntas víctimas

¿Qué fue lo que pasó?

° El pasado sábado, Alex Chévez y otros agricultores realizaban labores agricolas en una finca de su padre. En medio de la arada de la tierra encontraron un cabo color rojo lo cual les llamó la atención.

La curiosidad hizo que empezara a halarlo pero algunos huesos salieron por lo que decidió reportar el hecho al ECU-911. Momentos después arribó la Policía.

Finalmente informaron que hallaron dos osamentas amarradas por lo que presumían que se trataban de las hermanas Vera Bravo.