Superintendencias Inexistentes

La Ministra de Gobierno, la cúpula policial y el ISSPOL han sido claros en denunciar los acuerdos y negligencias dolosas cometidos por las Superintendencias de Compañía y de Bancos, y la Bolsa de Valores, por lo que se encuentran en peligro todas nuestras jubilaciones y pensiones de retiro.

La de Compañías, sin empacho, dice que fue engañada, como si eso no causaría responsabilidad y debería -por lo pronto- tener la decencia de renunciar. La de Bancos nos sale con que sabía lo que sucedía y que no la dejaron intervenir, como si el control de Decevale no fuese también de su responsabilidad.

Cuando un simple ciudadano conoce de la existencia de cualquier delito tiene la obligación de acudir a la Fiscalía y presentar su denuncia, pero cuando es autoridad se vuelve coautora del delito no denunciado. Para cobrar impuestos y contribuciones y tener al día a sus obesas burocracias, allí sí son muy eficientes.

Hechos los vivos quieren curarse en salud presentando hoy denuncias cuando son coautores y cuando lo único procedente es que la demorada formulación de cargos se haga especialmente en contra de ellos. En cuanto al silencio que guarda la Defensoría Pública, ¿será que los policías no somos pueblo?

T.Crnel Juan F. Melo