Potencial no aprovechado en la producción maicera

CANTIDAD. Cada año tenemos un déficit de 200.000 toneladas de maíz para el consumo local.
CANTIDAD. Cada año tenemos un déficit de 200.000 toneladas de maíz para el consumo local.

A pesar de que los precios por quintal son altos, los productores nacionales no cubren la demanda local. Los problemas siguen siendo la falta de tecnología y baja productividad

Otra de las aristas de los problemas estructurales del sector agrícola ecuatoriano, que se ha estancado en el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) desde hace 13 años, es que la producción, en algunos productos, no alcanza para cubrir la demanda nacional.

Ese es el caso del maíz amarillo duro que, cada año, tiene un déficit promedio de 200.000 toneladas. Este producto es la materia prima básica de la industria de alimentos balanceados.

Jorge Josse, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal), explicó que, a pesar de que la producción de maíz ha aumentado significativamente en los últimos años, los problemas estructurales persisten porque, entre otras cosas, se necesita mejorar las tecnologías de cultivo, con fin de ser más eficientes y reducir los costos de producción.

En otras palabras, se requiere urgentemente aumentar la productividad (sembrar más y mejor), no solo para ir reduciendo el déficit, sino también para evitar que los productores, sobre todo pequeños y medianos, no puedan hacer frente a la competencia que vendría de la mano de la firma de acuerdos comerciales con Estados Unidos y la Alianza del Pacífico

“El Ecuador se encuentra ante un escenario de apertura de mercados y necesitamos ser competitivos en todas las áreas”, dijo Josse.

Producto importado es más barato

Otra muestra de la poca competitividad es que el quintal de maíz producido en el país tiene un costo que fluctúa entre $15 y $18. Por su parte, el producto importado se cotiza en $10. Sin embargo, ante la falta de acceso a tecnología y crédito en buenas condiciones, ese mayor precio ha fomentado el aumento de la informalidad en el sector.

Roberto González, experto agrónomo, comentó que muchos campesinos se involucran en la siembra con la intención de obtener buenas ganancias, pero se topan con problemas para la comercialización y las trabas para formalizarse.

“Al final, se crea un círculo vicioso donde se produce poco y, en muchos casos, se termina vendiendo a productores informales de balanceados o para otros fines”, acotó

Cadena

Si se optimizara la producción de maíz, el efecto virtuoso también beneficiaría al sector que provee carne de pollo, cerdo y huevos, que es el principal cliente de los alimentos balanceados.

“Con menores costos de producción en toda la cadena, podríamos mejorar el acceso de estos alimentos, sobre todo para la población más vulnerable como los niños. El país tiene un alto porcentaje de desnutrición crónica infantil, debido a bajo consumo de proteína”, concluyó Josse. (JS)

Pérdidas en el sector

  • El déficit de maíz de este año estaría entre 150.000 y 170.000 toneladas.
  • Eso representa alrededor de dos meses de consumo de la industria de alimentos balanceados.