El ser humano por naturaleza y madurez emotiva piensa y reflexiona con detenimiento; a partir de los 7 años de edad el niño tiene uso de razón, se compromete a sí mismo, acatar las normas disciplinarias del hogar a la par que lo enseñado y orientado por el maestro que tiene el deber moral de formarlo y destacar la obediencia. Llegó el momento que juega un papel importante la responsabilidad de niños, adolescentes, adultos para acatar las normas de seguridad y sanidad por la conservación de la salud y la exterminación del Covid que azota a la humanidad si la esperanza del pronto exterminio.
Notoria es la irresponsabilidad del ser humano que no acató las normativas disciplinarias de Quédate en casa y más aún del Yo me cuido. Concibo que la irresponsabilidad va tomada de la mano de la ignorancia pues no es admisible el descontrol, irrespeto, desobediencia de parte de las personas que a sabiendas de lo que ocurre y sus consecuencias no hagan caso a los protocolos de seguridad. Parece que muchos están cansados de vivir y ya tienen lista la mortaja para que rápido los sepulten. Muchos no se quieren a sí mismo peor van a querer o considerar a los demás. Gente callejera es lo que más hay y junto a ellas la altanería, grosería y vulgaridad en desmedro de la ciudad que tuvimos; se vive sin Dios y sin ley a lo mejor pensando que todo lo tienen en el hospital o centros médicos.
Yo me cuido es la antítesis a la preservación de la salud. La irresponsabilidad que se observa hace pensar en la pobreza de razonamiento y entendimiento del ser humano y como la ignorancia es atrevida, es fácil colegir que por sus condiciones naturales o por sus prerrogativas las personas desobedientes e irrespetuosas no pueden estar sujetas a responsabilidad alguna.
El acatamiento a una normativa reverencia la consideración de una norma en el espacio habitable, llámese ciudad, barrio, país, mundo; la respetuosidad determina el grado de educación y formación que tiene el semejante dejando a un lado los prejuicios y complejos; se aspira tener una población con prestancia y sensibilidad a las normas dispuestas.
María Luisa Gómez De La Torre Gómez