La bendición y las bendiciones

Mi primer hijo Franquito acaba de cumplir 7 añitos, lo miro y siento que con toda razón puedo decir que él es una bendición absoluta en mi vida, y al decirlo así, me he puesto a reflexionar que hay atrás del término «la bendición» o «las bendiciones», para referirse a los hijos y comparto con ustedes.

Vamos a la raíz de los términos en contexto cristiano, como la mayoría lo sabe, finalizando toda celebración de misa, el sacerdote que oficia la ceremonia entrega la bendición de Dios a sus fieles, esto es en representación de la última despedida que rememoran de Jesús, donde se cita que antes de ascender a los cielos, bendigo a sus discípulos. Es en la celebración de la Eucaristía, donde se concluye con «el envío de los cristianos al mundo», acto que representa «la misión de la iglesia católica». En sí, el término Misa, deriva del latino «mitere», cuyo significado es “enviar”, es decir que «la bendición» nos invita a predicar y practicar la palabra recibida con la gracia de Dios.

Como broma y todo, «las bendiciones» o los hijos, bien representan el trabajo de entregar al mundo personas al caso cristianas o no, pero que practiquen buenas acciones. Acabo de recordar a mis amigos ateos, y es que en nuestra cultura a cuantos no se nos va agradecerles con un «que Dios te bendiga», sepan que solo les deseamos el bien en su caminar.

Ahora regresando a «mis bendiciones», tengo tremenda responsabilidad de guiar a mis hijos para nada con temor de Dios, es con la confianza de su protección y compañía, donde sientan y actúen en su vida para alegrar, consolar, comprender, acompañar, sin duda si son “mis bendiciones”.

[email protected]