Más de 30 organizaciones ecologistas consideran que el proyecto de la Ley Orgánica para la Racionalización, Reutilización y Reducción de Plásticos de un Solo Uso en Ecuador no ataca el problema de la contaminación plástica desde la raíz y, por el contrario, podría acarrear otras dificultades ambientales. Por eso han pedido el veto parcial.
La Alianza Basura Cero, colectivo que agrupa varias organizaciones ambientales, manifestó que la ley constituye un retroceso para quienes apuestan por una cultura de cero desperdicios y al trabajo adelantado por algunos municipios del país, para controlar la basura.
Eliminación de plásticos con poliestireno
Los ecologistas piden que se modifiquen seis puntos esenciales. Primero, la prohibición total del poliestireno expandido, conocido como espuma flex, porque es un material que no es biodegradable ni reciclable; incluso puede permanecer en el ambiente hasta 500 años.
Andrea Garzón, de la organización Huella Verde, explica que la espuma flex está prohibida en algunos países, en especial para transportar alimentos, pues constituye un alto riesgo para la salud.
“Cuando comemos algo en estos platos o embaces calientes, los químicos se trasladan a los alimentos, especialmente, al poner algo caliente, el estireno se separa y contamina la comida. Esto ha sido catalogado como posiblemente cancerígeno”, recalcó.
Los plásticos al ser depositados en el ambiente, terminan llegando al mar, donde los peces comen los residuos, incluso, Garzón comentó que el agua embotellada tiene microplásticos nocivos para la salud.
Importación de residuos
El proyecto de ley permite usar recipientes de poliestireno expandido, pero incorporando 18% de materia prima reciclada en 48 meses.
“Eso significa que no se reducirá en nada el consumo de espuma flex, las empresas importarán resinas recicladas, porque en el país no se regenera casi nada, debemos incentivar el uso de envases reutilizables”, apuntó la representante de Huella Verde.
Por lo que también solicitan eliminar la importación de residuos plásticos como materia prima para la elaboración de plásticos de un solo uso.
De su lado, Homero Castanier, vicepresidente de la comisión que trató el tema, indicó que esta ley es un avance importante para la conservación ambiental, que puede mejorarse, pero “la prohibición total no es lo ideal, sobre todo en estos momentos que atraviesa el país”.
Otros pedidos
En cuanto a las fundas plásticas, en el mercado ya circulan bolsas con hasta 70% de material reciclado. Sin embargo, el nuevo proyecto establece, como máximo, que las fundas tengan hasta el 60% en cuatro años.
La quinta petición de los ecologistas es prohibir que los plásticos de un solo uso terminen en plantas de coprocesamiento, es decir, que no se quemen, pues estos emiten elementos tóxicos al ambiente.
Castanier dijo que “casi el 80% de ciudades del país no tienen relleno sanitario, entonces, que no sean coprocesados significaría que van a quedar en botaderos a cielo abierto”, pero reconoce que se debería analizar los daños que producen estos procesos.
Otro de los pedidos es que se tomen en cuenta las ordenanzas avanzadas por algunos municipios, para que no exista retroceso, porque con la nueva ley deberían hacer cambios. (KH)