Herederos del poder

El periódico boliviano Página Siete, publicó el último fin de semana un artículo que narra a los líderes que asumieron el poder en sus respectivos países, puestos por mandatarios a los cuales su período presidencial fenecía, considerándolos los más adecuados y que sobre todo llevarían el mismo método y la misma filosofía de gobernar. El título del articulo investigativo fue: De Cámpora a Luis Arce: los herederos del poder en la región. Esto en vista del triunfo de Luis Arce en las pasadas elecciones presidenciales de Bolivia. Arce resultó vencedor y la exmandataria Jeannine Áñez indicó que el delfín de Evo ganó. ¿Pero qué denota el término “delfín”? Pues es aquel personaje puesto por un líder como su heredero del poder y América Latina está marcada por una sucesión de líderes políticos. Los ejemplos abundan, como el caso de Héctor Cámpora, delfín de Juan Domingo Perón en Argentina; o el de Lenín Moreno en Ecuador, sucesor de Rafael Correa. En Brasil se dio con Lula da Silva y Dilma Roussef; en Colombia con Iván Duque, el delfín de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos; los fenómenos Kirchner – Alberto Fernández en Argentina y Chávez-Maduro en Venezuela. Se exceptúa Cuba con Fidel y Raúl, puesto que los anteriores ganaron en democracia. Este fenómeno según el artículo de prensa, resulta interesante en vista del bagaje popular de los mentores que consignan sus votos a sus herederos. Pero lo preocupante de este fenómeno es que el sucesor puesto cómo presidente, persiga las mismas políticas de corrupción, acaparamiento total de los poderes y que sobre todo oculte y perpetúe los amaños, ineficiencias y el despotismo de su antecesor. Hay en la historia moderna dos ejemplos de ser contestatario; son los casos de Lenín Moreno y Juán Manuel Santos. Ambos se alejaron de sus “amigos” y esto ocasionó la ruptura total de las relaciones entre ambos. Moreno desertó del excesivo gasto y populismo correísta, mientras Santos logró los Acuerdos de Paz con las (FARC), algo indigerible para Uribe. La persistencia de los expresidentes impide que una nación avance, lo es en la medida en que siga la tuición estrecha del mentor con el heredero. Es por esto que lo mejor para una nación, es que cada gobernante marque su propia historia y resuelva los problemas de una nación con su propio equipo, sin injerencias de antecesores, es el caso de Arce en Bolivia.

Luis Coello

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