Feria de propuestas vacías

Feria de propuestas vacías

Con mucha preocupación veo a los candidatos a Carondelet, ofrecer el oro y el moro, sin ahondar de dónde piensan sacar los recursos. Se escucha que van a crear oportunidades de inversión al 1% de interés, contradiciendo décadas de abusos agiotistas del sector bancario privado, creyendo además, que con apenas 1000 millones en créditos subsidiados, van a resolver todo lo referente a la producción. Se escucha que algún candidato va a poner 5000 millones en el bolsillo de los ecuatorianos para reactivar la economía, sin aclarar cómo lo piensa hacer, y lo peor, sin proponer algo viable en lo relativo a la producción y productividad, entendible dentro su limitada cosmovisión de burócrata improductivo, y para colmo, ofrece indultar a quienes saquearon la patria, comprometiéndose para rematar, a que el país les ofrezca disculpas públicas. Digno del Lorenzo Ponce.

Son oratorias vacías, desesperadas, dignas de ser aplaudidas por el pueblo incauto e inculto, ávido de que le regalen bonos, viviendas, seguros, complicándole a vida al empresario que ose contratarlo, y demostrando un completo quemimportismo sobre el origen de los recursos que se requieren para hacerle la vida de vagancia y mediocridad, una realidad. También hay intentos de último momento de incursionar en la lid electoral, con un ´populismo sin nombre, ofreciendo traer la inversión extranjera creadora de empleo, pero sin aclarar, que ésta viene, siempre y cuando haya seguridad jurídica. Y la del pseudo indígena sin ideología clara, donde se cobijan los Glbti, ecologistas, indígenas y mestizos hastiados de los políticos de siempre, también podría sorprender. Todo es posible en Absurdistán. Del pelotón de fondo, aun no sobresale nadie con alguna propuesta creíble y novedosa, por lo del outsider de último momento comienza a desaparecer del abanico de posibilidades.

Y mientras este escenario se cocina, vemos que el pesimismo del pueblo crece. Todos esperamos mejores días, pero la pandemia y el asunto político y económico, nos empujan hacia un stand by desesperante, donde nadie sabe qué nos deparará el futuro. Dios proveerá.

Eduardo Chiriboga Aponte

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