Primer recuento de daños…

Guido Favián Quirola

Generalmente esto se lo debería hacer al final, cuando toda esta etapa haya terminado, sin embargo en un primer reporte, simplemente diré que depende!! así es estimado lector, depende quien lo cuente, hay familias muy muy golpeadas afectivamente por la pandemia, así como hay otras que por esas extrañas rarezas no ha pasado mayor cosa, una economía devastada, una clase política que ha demostrado por largo para que y porqué están y unos electores como nosotros, desgastados desde el inicio de la campaña. El mundo de rodillas ante una pandemia, las potencias mundiales en carrera por sacar primero una vacuna cuyo efecto aún está en estudios, pero al final del día, la humanidad sigue avanzando. Aunque la motivación no fue la que esperábamos, nos hizo descubrir nuevos talentos y potenciarlos, apareció esa palanca mental suficientemente potente como para impulsarnos a hacer cosas nuevas, a explorar caminos nuevos, a buscar esa punta del hilo que nos lleve hacia la madeja; nos obligó a incursionar en aventuras unas sensatas otras insensatas, unas que funcionan otras que no, pero todas nos ayudaron a vencer nuestros miedos, a recuperar un poco de confianza para creer que es posible hacer cosas diferentes y que nos dejan muchas lecciones aprendidas.

Mejoras; algunas, empezando por las costumbres individuales, la nube de inmortalidad con la que hacíamos algunas cosas poco a poco se ha venido desvaneciendo, ahora nos sentimos vulnerables y temerosos por lo que incrementamos nuestros cuidados personales; el salto tecnológico que dio el mundo fue realmente acelerado; hubiera tomado varias décadas antes de tener lo que disponemos hoy, empezando por el cambio cultural que nos obliga a utilizar medios electrónicos introduciéndonos hasta los más acérrimos fóbicos a la tecnología a adoptar herramientas que les permita solventar sus necesidades primordiales. Sin duda quienes más crecieron las empresas de tecnología como Zoom, Google, Microsoft, Amazon, YouTube, Netflix, Uber entre otras y todas las empresas que vieron a la tecnología como el gran aliado para extender sus servicios y finalmente las brechas tecnológicas que también han sido develadas y será el deber de nuestros próximos gobernantes implementar planes y proyectos para ajustar estas brechas especialmente en el sector educación.

Aun esta experiencia no ha pasado ni estaremos por volver a ninguna normalidad, muchas familias tendrán algunos vacíos que nunca se volverán a llenar y pienso que aún nos toca momentos duros por atravesar; como común denominador, con todos sus defectos y virtudes, extrañamos nuestra antigua “normalidad”, y aunque la reflexión ha sido también parte de esta etapa, aún no aprendemos a vivir o a convivir como sociedad, lo que confirma las palabras de Víctor Hugo que decía que nuestro problema no es que vamos a morir.. porque para allá vamos todos, el verdadero problema es que “no sabemos cómo vivir”, cosa que esta pandemia nos ha dejado bastante claro!.

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