El mediático Maradona…

Hay personajes mediáticos que se consolidan en los medios gracias a sus talentos y una vez que son tales, su vida pasada, presente y futura ya nos les pertenece, pues se ventila públicamente y aun se hurga en sus entretelones para mantenerlos vivos a fuerza de informaciones y escándalos. Un suceso común y corriente, que se relaciona con estos seres mediáticos, es un hecho extraordinario y con seguridad se exacerba entre el público hasta alcanzar niveles escandalosos que son los que mantienen atrapadas a las audiencias.

Maradona es un caso que va más allá de lo mediático porque su nombre trasciende hacia la identidad argentina, bien como souvenir en llaveros, camisetas, esferográficos que entre el celeste, blanco, su nombre y su imagen generan una forma de identidad de ese pueblo.

Ciertamente lo contextual en cuanto Diego Maradona jugó un papel preponderante. La guerra con los ingleses por la disputa de las Islas Malvinas, en la que Argentina se ve abocada frente a Inglaterra, es vengada con la “mano de dios” en un mundial de fútbol. La “magia”, el talento, la habilidad futbolística de un personaje popular nacido en las barriadas de Buenos Aires, consolida ese halo heroico de Maradona, que le permite permanecer en los afectos del pueblo argentino, sobre el bien y mal, siempre justificado, perdonado y aclamado.

Lo difícil y grave es la pérdida de perspectiva para valorar las acciones de ciertos seres mediáticos, a quienes, como a Maradona, sus seguidores le observan siempre válido, acertado y hasta consideraban sus errores como aciertos, al punto de erigirlo como adalid supra terrenales y formar una “secta religiosa”, para brindarle culto.

Definitivamente los humanos necesitamos referentes, asideros para seguir sorteando la vida, impulsos que nos recuerden hazañas que nos llenen de patriotismo, de fuerza y, con seguridad, Maradona significó eso en sus seguidores; pero cabe preguntarnos si muchas veces no estamos aberrantemente perdidos detrás de seres cuya vida real, más allá de la deportiva – mediática, no es digna de ejemplo y peor aún de imitación para las generaciones posteriores, a las que tanta falta les hace un modelo ciudadano, humano, de comportamiento digno y equilibrado en la existencia.

Maradona fue un jugador de fútbol con condiciones extraordinarias, pero su vida fuera de las canchas, fundamentalmente sus adicciones que lo mantuvieron esclavizado a un pobre y desordenado existir, deben hacernos reflexionar, sobre todo a la juventud, para entender y valorar a estos personajes famosos, con el equilibrio y realidad que debemos.a