Recordando a Fabio

Más de cincuenta años al servicio de la comunidad esmeraldeña, médico, profesor, dirigente deportivo, Concejal, Alcalde, Gobernador, nos referimos al señor Doctor Fabio Andrade Arizala, quien durante su carrera, como profesional de la salud, cumplió a cabalidad el juramento hipocrático, de aquellos médicos que se nos están yendo; opinaba que nunca apagaba su teléfono, en razón de que una llamada podía salvar una vida, atendía a sus pacientes las 24 horas del día; su profesionalismo, su ética, su don de gente, siempre el consejo profesional oportuno, y con criterio; sus diagnósticos acertados; hemos perdido un amigo y profesional médico, es difícil encontrar la calidad humana y profesional de Fabio.

Los servicios a la comunidad fueron múltiples, ya como Gobernador, como Alcalde, como Concejal, como dirigente deportivo, presidente Vitalicio del Club Piratas, como formador de juventudes en su calidad de ex profesor del Colegio Nacional ‘5 de Agosto’, ya como Director del Hospital Delfina Torres, ya como maestro de los jóvenes médicos cirujanos.

Los pueblos debemos guardar memoria de los ciudadanos ejemplares, para que las nuevas generaciones tengan un camino a seguir, como es el caso de aquellos ilustres, como Fabio, que trabajaron y sirvieron a su pueblo hasta sus últimos días.

Se nos fue un grande, un personaje esmeraldeño ejemplar, ilustre, honesto y genial en su profesión; desde esta columna brindamos un homenaje merecido para el Doctor Fabio Andrade Arizala, recomendamos su nombre a las nuevas generaciones, como ejemplo de lo que debe ser un médico; preocupado por su paciente, preocupado por salvar vidas, a tal punto de que se daba la molestia, de llamar a sus pacientes para preguntar la evolución de su estado de salud, o atendiendo llamadas a las 4 de la madrugada, e incluso haciendo cirugías, en fin un ser humano excepcional; la sociedad, sus pacientes y amigos pierden un valor, difícil de reemplazar.

Recomendamos el nombre del Doctor Fabio Andrade Arizala, para que las autoridades correspondientes, eternicen su nombre, con los honores que se merece en nuestra urbe.

Joffre Daza Quiñónez

[email protected]