La política y la ciencia estuvieron reñidas desde tiempos inmemoriales, Galileo es un recordatorio. En nuestro medio prendieron hogueras en torno al proyecto Yachay hoy denominado Siembra; sin embargo, hay raíces que germinan.
Fabián Jimenez, que fue científico investigador en el proyecto, en asocio con otro investigador peruano Wilmar Puma y en coordinación de un esfuerzo multidisciplinario con centros científicos de Argentina, Suiza, Alemania y Brasil efectuaron un trabajo en busca de soluciones al virus con compuestos naturales. Su trabajo será publicado en breve en una revista científica.
Jimenez señala que buscaron en compuestos naturales elementos que podían actuar en la proteasa, enzima que fragmenta las proteínas, y de esta forma bloquear el proceso de reproducción del virus. Como el trabajo de evaluar más de 200 mil compuestos naturales requería mucha potencia computacional se usó el poderoso computador ‘Quinde I’ de Siembra-EP, lo que permitió llegar a la conclusión de que tres compuestos naturales tendrían la capacidad de bloquear a la proteasa del coronavirus, esta hipótesis deberá ser probada en ensayos experimentales y de ser positivo el hallazgo serviría para el diseño de nuevas moléculas con potencial actividad antiviral mejorada.
Lamentablemente Jimenez fue despedido del proyecto, al igual que otros investigadores, acción que urge la necesidad de ‘suerte’ y transparencia para poder tener gobernantes ilustrados, éticos y visionarios, en tanto seguiremos arrastrando el subdesarrollo mental en matemáticas, biología, física y química. Potenciar las mentes jóvenes en el conocimiento científico es buscar futuro. La gente dedicada al “negocio de la política” carece de interés sobre el valor de la ciencia y actúan como primates desorientados.