2021: Votar por la Educación

Pandemia, empleo y corrupción fundamentan los planes de gobierno en estas elecciones. ¿Acaso la educación no es la base sobre la que se construye un país sano, productivo y honesto?

Hace décadas que el sistema de educación no es prioridad nacional. La pandemia lo evidenció. La brecha entre la formación en el campo y aquella en las ciudades, entre aquellos que pueden pagar educación de calidad y muchos otros niños brillantes con potenciales menguados porque no logran un cupo en uno de los pocos establecimientos públicos que forman estudiantes de alto nivel, crece.

En Esmeraldas, una escuela construida durante el correísmo hoy alberga a familias desplazadas por un deslave. La infraestructura se deteriora y nadie rindió cuentas por una escuela que nunca fue. No es un caso aislado.

En Imbabura, un maestro trepa un árbol para lograr una barra de señal que le permita comunicarse con sus alumnos. En Tungurahua, unos dejan de comer para comprar ‘datos’ que permitan a sus hijos recibir información; otros ya no ‘asomaron’ este año lectivo. La pandemia no ha terminado y las consecuencias serán duraderas.

Se retiró presupuesto educativo, cancelando programas como el Bachillerato Internacional y la educación temprana, por austeridad en pandemia. En lugar de ‘gastar más y mejor’ en educación, ante la bravuconada de los gobiernos locales, se acuerda cumplir sí, con ellos.

Es claro que la prioridad es mantener el juego político antes que prosperar a futuro.

En 2021, el voto debe apostar al largo plazo y, para eso, la Educación será la mejor inversión.

Todo lo que brilla en la superficie, lo ‘interesante’, viene de la ignorancia y la embriaguez.”

Emil Cioran (1911-1995) Filósofo y ensayista; Rumania.

Los mejores seres lidian las guerras, pero inician con rivalidades económicas y los cerdos que las aprovechan.”

Ernest Hemingway (1899-1961) Periodista y novelista; EE.UU.