Qué pasa con la opinión pública

En los medios y en la calle hay gran ansiedad por el Covid-19, pero la OMS confirma que por cáncer mueren siete veces más que por este virus que, hasta ahora, ha matado a 4 personas por cada 100 que mató la gripe española.

Dicen que lo que importa es la proyección que, de no haberse tomado medidas, los muertos serían más que los de la gripe española: hoy superarían los 160 millones (2,4% de la población global), pero hasta ahora solo murieron 1,6 millones.

En cambio, por los confinamientos y demás represiones de los gobiernos, la economía global cae al punto de que, solo en 2020, habrá 120 millones de personas más en situación de hambruna crítica.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU advierte que 2021 será “el peor año de crisis humanitarias desde la Segunda Guerra”. El director general de la OMS, de origen guerrillero marxista, solicitó una “inyección inmediata” de $4.300 millones porque «no podemos aceptar un mundo en el que los pobres sean pisoteados por los ricos».

Pero son los políticos y burócratas los que exigen más dinero de los contribuyentes. Según la ONU, que dice necesitar $35.000 millones para “ayuda vital”, la pobreza extrema «aumentó por primera vez en 22 años», en América Latina, «uno de cada tres habitantes no tiene alimentos suficientes».

¿Cómo llega la opinión pública al pánico? Primero, porque todavía se cree en “las autoridades”, a lo que se suma el síndrome de Estocolmo y lo que los mercados llaman FOMO, o el miedo a quedarse afuera de la opinión mayoritaria y, sobre todo, por la enorme cantidad de medios que difunden el pánico. Por caso, un medio (Infobae) tituló “La ONU alertó que cerca de 10.000 niños mueren de hambre por mes debido a la pandemia de coronavirus”, afirmación que da vergüenza ajena por contradictoria -denota el lavado de cerebro implícito- ya que si mueren de hambre no es debido a la pandemia, obvio, sino al hambre.

*Asesor del Centro para la Prosperidad Global, California.

@alextagliavini