Complicado panorama

Resulta altamente preocupante, la avalancha de ofrecimientos de los candidatos a Carondelet. Si bien he sostenido que muchas de sus propuestas se asemejan y son positivas, otras llegan a ofrecer cosas inverosímiles, pensando que el ciudadano común; las masas; ese altísimo porcentaje de compatriotas que carecen de alguna formación política, jurídica o económica, y que debido a la tiranía del voto, imponen Presidente, son ilusos y fáciles de engañar. Personalmente he realizado mi pequeñísima encuesta a la gente llana, y me he quedado absorto con sus respuestas, llegando a pensar que a nuestros políticos no les interesa, en realidad, educar a nuestro pueblo.

Sorprende sobremanera, que las candidaturas serias, estén tan quietas ante tanta demagogia, tal vez aceptando en sus adentros, que ya es inútil pensar en llegar a gobernar un país tan heterogéneo y comedor de cuentos chinos, como el nuestro. Y con salvar su pedazo del pastel, les basta.

No olvidemos que venimos desde antes de la pandemia, viviendo en recesión económica y moral, que con el Covid 19 llegamos al 12% de déficit, con una deuda impagable; una corrupción institucionalizada de tal magnitud, que el FMI exige se apruebe la Ley de Incautación de Bienes a los corruptos antes de desembolsarnos otro crédito, avergonzándonos internacionalmente; con una inseguridad jurídica y altos costos de producción que complican las inversiones generadoras de empleo…o sea, quien triunfe en los comicios de febrero, le será muy difícil gobernarnos, más aún, si sabemos que no contará con una mayoría parlamentaria. Por lo que hoy ofrecen todo. Yo te ofrezco, tú verás quien paga la cuenta…Definitivamente, la dolarización está en peligro. Y sus consecuencias pueden ser devastadoras.

Los que hacemos opinión, intentamos guiar a la ciudadanía y autoridades hacia soluciones que beneficien el desarrollo del país. No obstante, los oídos sordos que los líderes políticos prestan a las soluciones constructivas, viables y sostenibles en el tiempo, que siempre les hemos presentado, nos vuelve quijotes. Solo queda confiar en Dios.

Eduardo Chiriboga Aponte

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