Prudencia para no arrepentirnos

Este será un fin de semana crucial en las tasas de contagio del coronavirus. Las decisiones que tomemos desde hoy tendrán repercusiones reales en nuestras familias y comunidad. Los ecuatorianos hemos observado cuarentenas y un confinamiento cada vez más relajado, muchos con el afán de cuidar a las personas vulnerables a su alrededor. Clamamos por que las fiestas de Navidad no se conviertan, semanas más tarde, en ocasiones de arrepentimiento por descuidos que pueden costar una vida.

En un fuerte mensaje al pueblo alemán, que se prepara igual que miles de millones de personas para las fiestas de Adviento, la canciller Ángela Merkel instó a la prudencia. “Los científicos ruegan que limitemos nuestros contactos por una semana antes de ver a abuelas, abuelos y a personas mayores en Navidad”, dijo con énfasis, al anunciar el cierre de todas actividad no esencial desde el 16 de diciembre. El afán por cuidar a los mayores es tal, que se debatió cerrar las escuelas desde esa fecha para asegurar al menos una semana de aislamiento antes de los festejos familiares.

La realidad ecuatoriana es distinta en lo que respecta a la posibilidad de cierre de actividades comerciales. Gran esfuerzo se ha hecho por encontrar el elusivo equilibrio entre encierro y subsistencia; un confinamiento total sería catastrófico para el bolsillo. Sin embargo, mucho podemos hacer desde el ámbito personal.

Cuando haya pasado la pandemia, y miremos este evento único en el siglo, como señaló Merkel, ojalá no tengamos la mala fortuna de que haya sido la última navidad con un ser querido por un innecesario descuido.

La desigualdad, cambio climático y los conflictos solo reciben ‘antirespuestas’ de los líderes.”

Winnie Byanyima (1959- ) Ingeniera aeronáutica y activista; Uganda.

Se han disuelto los vínculos de solidaridad entre cada individuo, cada círculo, cada gremio, cada grupo social.”

Cecilio Báez (1862-1941) Catedrático y periodista; Uruguay.