Diciembre y algo más

Transitamos en el duodécimo mes del año, el mes de celebraciones, de coloridos en que se conmemora la natividad del gran hombre del mundo, Jesús. El espíritu de bondad y ternura marca los agudos sentimientos de amor en esta fecha de unidad universal en que se dispensan los mejores augurios en comunidad de almas concertadas en el portal de la paz y la felicidad. Qué importante es abrigar la esperanza de los buenos augurios expresados con hondo sentimiento y cálida amistad; prima la belleza espiritual expresada con hondura desde lo más profundo del ser humano. El colorido de imágenes, luces, adornos, abrillantan el ambiente que para unos es de amplia satisfacción y para otros de honda tristeza y pobreza.

¿Qué hacemos a más de las cálidas palabras para una vida plena? Pues llegar con la bondad y desprendimiento ante seres que requieren nuestra presencia sobre todo los niños, los huérfanos de sustento y familiaridad, los enfermos y necesitados que esperan bondadosamente la mano amiga, noble y generosa. El cambio más espectacular de la época se vive ahora con todo lo que atestiguamos, por eso es necesario y urgente que hagamos conciencia que la familia es el presente y el futuro, es la escuela y el humanismo, hay que aprender y comprender que hay que ser más persona y mejor gente

Pero, qué satisfactorio es saber que se han logrado triunfos, que los anhelos e ilusiones se han plasmado en realidad brindando el ideal de un sueño culminado con parabienes para nuestra provincia, una familia que fincó con amor esperanzas se cristalizaron con el mejor espíritu naval del señor Brigadier Víctor Jhon Coronado Jaramillo, graduado de oficial naval en la Escuela Superior Naval Rafael Morán Valverde

La entrega y sacrificio acumulados en sus años de estudios le permitirán ostentar con orgullo su graduación y recibir amplias satisfacciones de la provincia que también vio enrumbarse en las filas del Éjército a su señor padre Coronel Kiki Coronado Panchano.