La Evita alemana

Dos años atrás, luego de un revés electoral, la canciller de Alemania, Ángela Merkel, anunció que no buscará la reelección al terminar su mandato, en 2021, después de 20 años a la cabeza de su partido, la CDU, y de 15 a cargo del país.

Según el Eurobarómetro, 53% de los alemanes considera que el soborno es generalizado. En 1999, el «Spendenaffare» destapó la existencia de donaciones irregulares y acabó con la dimisión del canciller Helmut Kohl que admitió recibir dinero negro para su partido.

Merkel, la “delfín” de Kohl, lo traicionó y pidió su dimisión lo que le abrió el camino al poder. (Heckler&Koch, el fabricante de armas, entre 2002 y 2011 donó hasta 70.000 euros en apoyo a la CDU de Merkel.)

Cada vez que la canciller habla de la pandemia, los editores de videos saben que en pocas horas acabarán siendo virales por su carisma magnético. Y ha vuelto a suceder. Merkel pronunció un apasionado -por no decir demagógico- discurso ante el Bundestag, el parlamento, en el que pidió un brutal cierre de comercios y otros cercenamientos al derecho humano de la libertad como si fuera el Estado, con su ineficiencia cuando no corrupción, el que debe cuidar la salud porque “las personas en libertad son irresponsables”.

¿Hay crisis de salud? Pues el total de fallecidos en Alemania en 2019 fue de 939.536 personas, mientras que en lo que va de 2020 fallecieron 841.047, lo que proyectado en todo 2020 da una cifra de alrededor de 885.000. Es decir, que en 2020 morirán unas 55.000 personas menos que en 2019.

Las cuarentenas y demás restricciones favorecen a Merkel al debilitar notoriamente a sus contrincantes -que se oponen a tantos confinamientos- ya que, entre otras cosas, se restringe la capacidad de hacer campañas proselitistas.

Haber ejercido tal control en el partido durante 20 años ha impedido un relevo potente. Hans Kundnani, autor de ‘La paradoja del poder alemán’ cree que “Es increíblemente eficiente eliminando a sus rivales, demasiado exitosa”.

*Asesor del Centro para la Prosperidad Global, California.

@alextagliavini