Y, qué viene…

Luego de pasar por un año dramático, con las consecuencias de diez años de administración de la RC, y la continuación de su coideario; con los mismos ministros, camuflados con otro nombre de movimiento político; en resumen, dejaron el país quebrado, al borde de cerrar instituciones como el IESS, y la eliminación de la dolarización, que nos podría llevar a un desastre parecido al venezolano.

Con el descaro más grande, el jefe Rafico, pretende poner un monaguillo de presidente, para que le regale el indulto, y regresar al Ecuador, a empobrecernos mas de lo que nos dejó, y enriquecer más a los banqueros y nuevos grupos de poder, que se han enriquecido robando los dineros del pueblo.

Esperemos madurez en nuestra población al momento de dar el voto, por favor no repetir el ejercicio, porque obviamente el resultado que vamos a tener es igual, a la tragedia que lamentablemente vive por más de veinte años el pueblo venezolano.

A quien le toque la suerte de ser escogido para primer mandatario, le toca la grave responsabilidad de aplicar políticas sociales, que permitan recuperar los más de tres millones de empleos perdidos, recuperar la credibilidad en los inversionistas; aplicar normas que permitan la seguridad jurídica en el país; para lo cual es necesario un pacto social entre gobernantes, trabajadores y empresarios, que pasa por el compromiso de los sindicatos de no hacer huelgas ni paros, igualmente los empresarios, comprometerse en desarrollar empresas sustentables y productivas, para alcanzar niveles de venta y exportación, para que la riqueza sea bien distribuida, entregándole sueldos dignos a los trabajadores, que sobrepasen los tres mil dólares, y, por último el gobierno tiene el compromiso de crear las leyes, y construcción de obras de infraestructura, para que en cada región del país, exista, canalización, agua potable, electrificación, telefonía, pavimentación, etc. Éste es el criterio que aplican los países desarrollados; simplemente copien lo que hacen los países nórdicos, como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Islandia y Suecia.

Joffre Daza Quiñónez

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